El gobierno mexicano ha estado explorando alternativas para desarrollar una nueva cadena a partir de las reservas de litio. A principios de junio, las autoridades confirmaron que, en vez de establecer un monopolio estatal del litio, como se propuso a finales del año pasado, se elaborará un proyecto de ley para promover las inversiones privadas que ayuden a desarrollar el potencial del país en el metal empleado para fabricar baterías.
Con la entrada en vigor del tratado comercial de México con Estados Unidos y Canadá (T-MEC), la explotación del litio cobra mayor importancia ya que se debe asegurar una cadena de suministro en Norteamérica. En tres años, los coches fabricados en estos tres países deberán tener al menos un 75% de sus componentes producidos en la región para que puedan comercializarse libres de aranceles. Esto incluye a las baterías de litio, lo que podría volverse un negocio rentable para México.
“No solo se trata de la extracción del litio, estamos buscando cómo diseñar un proyecto integral para que México se inserte exitosamente en una cadena de valor”, dijo Tatiana Clouthier, secretaria de Economía, durante la reunión de la Comisión de Comercio Internacional del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), a mediados de mayo. “Si las cosas salen bien, en unos meses estaremos poniendo la primera piedra para una empresa que se instalaría para la producción de baterías”, añadió.