La filial mexicana contaba con un stock suficiente de modelos gracias a que no redujo sus pedidos a las plantas durante la pandemia. Esto le permitió incluso poder atender a clientes que llegaban a la marca luego de no encontrar el modelo que buscaban en el concesionario de la competencia.
“Sobrevivimos un par de meses más al resto de las marcas. Mientras que otros fabricantes empezaron con problemáticas desde marzo o desde febrero, nosotros aguantamos hasta mayo”, explica Macías.
Suzuki incrementó 10% sus ventas en el primer bimestre del año, con 5,512 unidades comercializadas desde las 5,009 vendidas en el mismo periodo de 2020, cuando el mercado aún no estaba bajo los estragos de la pandemia de coronavirus. En febrero, Suzuki entró al top 10 de las marcas más vendidas en el mercado, desplazando a Ford y Hyundai, según datos de la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores.
Pero el inventario se ha terminado y prácticamente la disponibilidad de todos los modelos estará limitada desde junio hasta septiembre. Esto impactará la meta de ventas de 36,000 unidades que Suzuki se había puesto para este año. “Creemos que podremos vender 32,000”, dice Macías.
Suzuki buscará compensar la escasez de unidades con el lanzamiento de un nuevo hatchback llamado Baleno, del cual espera vender unas 2,000 unidades este año. Este modelo, ligeramente más espacioso y largo que el Swift, es un competidor directo de los Kia Rio y Hyundai Accent de manufactura mexicana.
La escasez de chips también ha alcanzado a los fabricantes surcoreanos Hyundai y Kia, que han tenido que empezar a parar algunas líneas donde se producen los modelos de menor demanda para reservar los chips para otros vehículos de mayor volumen, sobre todo SUV.
Otros fabricantes, como Volkswagen, Nissan y Toyota, ya han reducido la producción de sus sedanes y hatchbacks a nivel global para mantener la producción de otros modelos más grandes y rentables.
Aunque en algunos mercados, como Estados Unidos, los sedanes y hatchbacks subcompactos prácticamente han desaparecido, en México aún representan un cuarto de las ventas totales, según datos de Inegi, por lo que aquellos fabricantes que tengan disponibilidad de unidades podrán ganar un volumen adicional de mercado. "En otras condiciones quizá no sería así, pero en este momento no partimos de un contexto normal: no hay libre competencia porque no hay libre producción", dice Macías.
Suzuki logró asegurar un primer lote del nuevo modelo, antes de que la planta de India tuviera que reducir la producción por la falta de chips. “Para el próximo trimestre tendremos alrededor de 500 unidades, que es algo razonable, sin embargo, en el resto de los modelos vamos a estar muy afectados”, dice Macías.
Suzuki tiene la expectativa de alcanzar una participación de mercado de 3% durante este año. “El año pasado fuimos el importador número 1 en ventas de autos en México. Este año pensamos mantenernos así”, dice Macías.
Suzuki negocia nuevos pedidos de semiconductores con Reneses
A diferencia de otros fabricantes, que dependen de un proveedor taiwanés de semiconductores, Suzuki cuenta con uno local: Renesas Electronics, y quizá no hubiera tenido grandes afectaciones si una de las fábricas de su proveedor, al noreste de Tokio, no se hubiera incendiado en marzo, debido a una falla eléctrica.
Este incidente agravó aún más la escasez global de chips y afectó a los fabricantes de autos japoneses. Suzuki entre ellos.
Renesas Electronics dijo a principios de junio que los reemplazos para equipos dañados por el fuego llegaron a finales de mayo y que deberían estar funcionando a mediados de junio. Eso permitiría a la empresa volver a la plena producción.
“Pero hay compradores que están ofreciendo más por tenerlos ya. Tesla, por ejemplo, está pagando por anticipado con tal de que saquen a otros de la fila”, comenta Macías. “Nosotros dependemos de lo que la casa matriz negocie con el proveedor. Ha habido juntas, ha habido acercamientos”, añade.
El directivo calcula que en septiembre un nuevo lote de semiconductores llegue en septiembre dando un respiro a las plantas de Suzuki. "Pero vamos a recuperar el volumen que solíamos tener hasta el próximo año”, concluye Macías.