“No vemos ninguna base para suspender nuevos negocios con Trafigura y esperamos aclarar la situación con PMI lo antes posible. Las políticas y procedimientos de cumplimiento del Grupo Trafigura han sido completamente revisados por un abogado externo independiente para cumplir con el más alto nivel de cumplimiento requerido por la ley en todas las jurisdicciones en las que opera Trafigura", ha explicado el portavoz de una compañía por correo electrónico.
La estatal respetará los acuerdos actuales con Trafigura y pagará todos los montos pendientes de sus negocios aún vigentes.
Pemex ya ha suspendido las relaciones comerciales con otras empresas que obtuvieron grandes contratos durante el sexenio pasado. La petrolera también ha pedido a sus empleados no borrar cualquier información relacionada con negocios hechos con Trafigura en el pasado y hacer un resguardo, pues ésta les puede ser requerida en cualquier momento, lo que indica una próxima o actual investigación a los contratos previos hechos con la empresa suiza, han dicho las fuentes que han decidido mantenerse en el anonimato.
En diciembre pasado, la petrolera pidió a sus empleados cortar las relaciones comerciales con la empresa Vitol, después de que esta aceptó ante la justicia estadounidense haber dado una serie de sobornos a grandes directivos de compañías para hacerse de contratos, incluidos funcionarios de la estatal mexicana.
Trafigura obtuvo en 2017 un contrato de la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH) para comercializar el crudo mexicano derivado de la reforma energética. Mismo que fue terminado de manera anticipada en noviembre del año pasado, sin una explicación sobre el temprano cese. A partir de esto, la tarea de vender el petróleo fue otorgada de nueva cuenta a PMI Comercio Internacional, que ya se encargaba de esto antes del cambio constitucional en el sector.
Trafigura también fue una de las compañías que suministró de gas natural licuado de emergencia a México, cuando las tormentas invernales de Texas impidieron la importación usual de gas al país.
En 2015 Pemex firmó una serie de contratos con una subsidiaria de Trafigura para producir diésel en el Complejo Procesador de Gas Burgos, en Reynosa, Tamaulipas. El acuerdo incluía la construcción de una planta, cuyo terreno sería otorgado por la petrolera nacional, que también vendería naftas –una mezcla derivada del petróleo utilizada para la producción de combustible– en pesos mexicanos a Trafigura y compraría el diésel producido por la empresa suiza en dólares.
Un negocio que más tarde fue reconocido por los propios directivos de la estatal como poco favorecedor para la petrolera estatal, de acuerdo con una investigación de la organización PODER.
Las fuentes al interior de Pemex han señalado a los tres contratos relacionados con el Complejo de Burgos entre la estatal y Trafigura como el detonante del cese de las relaciones entre las compañías.
El trader suizo ya enfrenta una serie de investigaciones en América Latina por supuestas irregularidades en algunos contratos hechos con algunas petroleras de la región, como la brasileña Petrobras, a la que algunos empleados de Trafigura habrían entregado sobornos, de acuerdo con una denuncia del gobierno brasileño.
Hasta ahora el gobierno mexicano, que ha enmarcado a la lucha contra la corrupción como su principal estandarte, no ha hecho pública ninguna investigación a la compañía.