El principal fabricante de automóviles de Detroit se benefició de la fuerte demanda y los altos precios que pudo cobrar por sus populares autos y camionetas deportivas, que compensaron los costos relacionados con los retiros del mercado del Bolt y las interrupciones en la producción causadas por la escasez de semiconductores.
GM Internacional, que agrupa las operaciones de la compañía en el resto del mundo, tuvo unos beneficios en los seis primeros meses de 323 millones de dólares. En el mismo periodo de 2020, las pérdidas sumaron 821 millones de dólares.
En lo que respecta al periodo de abril y junio ganó 15 millones de dólares, una cifra por encima de los 270 millones de pérdidas que registró el año pasado.
La rama financiera del fabricante estadounidense, GM Financial, registró ganancias de 2,763 millones de dólares, un alza de 505% respecto a los resultados del primer semestre de 2020. En el segundo trimestre, los beneficios de esta unidad sumaron 1,581 millones de dólares, un incremento de 599.5%.
Cruise , el departamento dedicado al desarrollo de vehículos autónomos, perdió 561 millones de dólares, un 32.6% más que en 2020.
General Motors dijo que las ganancias ajustadas antes de intereses e impuestos tocaron un récord de 4,100 millones de dólares y de 8,500 millones de dólares en el primer semestre. La automotriz estadounidense elevó su guía ajustada al EBIT para todo el año a un rango de entre 11,500 millones y 13,500 millones de dólares, desde la previsión anterior de entre 10,000 millones y 11 millones de dólares.
La compañía espera perder la producción de alrededor de 100,000 vehículos en América del Norte en el segundo semestre, y anticipa que los costos de los insumos aumentarán entre 1,500 millones y 2,000 millones de dólares.
"La escasez de semiconductores sigue siendo constante y los desafíos de la cadena de suministro continúan" en la segunda mitad del año, dijo GM en su reporte de ganancias.
Al igual que sus rivales, General Motors también se enfrenta a la incertidumbre debido a la rápida propagación de la variante Delta del coronavirus. GM, Ford Motor y Stellantis NV , junto con United Auto Workers, restablecieron el martes el uso obligatorio de mascarillas en sus fábricas de Estados Unidos y pidieron a los trabajadores que se vacunen.
Los inventarios de vehículos no vendidos del fabricante al 30 de junio eran la mitad de los niveles del año anterior. La compañía dijo que tenía vehículos por un valor de 1,400 millones de dólares en sus existencias que se habían fabricado sin algunos módulos electrónicos debido a la falta de semiconductores.
Con información de Reuters y EFE