Tras el paro de los gaseros de agosto
En agosto pasado, la organización realizó un paro laboral tras la primera publicación del listado de la Comisión Regulatoria de Energía (CRE) que topaba el precio al cual debe venderse el insumo en el país y con el cual los comisionistas vieron una baja importante en sus márgenes de ganancia, que pasaron de entre tres y cinco pesos a menos de 50 centavos por litro.
El paro cesó después de que el gobierno de la Ciudad de México y las autoridades en política energética les ofrecieron un diálogo. En primera instancia, los gaseros tuvieron encuentros con la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) y después con la Sener, pero hasta ahora no han logrado pactar acuerdos. En esta nueva ocasión, la Unión de Gaseros ha anunciado un paro de mayor tamaño, que incluye a estados como Veracruz, Puebla, Hidalgo y Tlaxcala y a grandes empresas del sector, como Gas Uribe y Global Gas.
“La magnitud en esta ocasión es mayor porque está siendo afectado el gremio de todo un país. Originalmente, las autoridades habían mencionado que el comisionismo era exclusivo del área metropolitana, pero no, éste parte desde la premisa de que cualquier persona que tiene un incentivo, bono o comisión por venta o posventa entra dentro del esquema”, dice Rodríguez a Expansión. La Unión de Gaseros ha convocado a una manifestación este lunes a las afueras de las instalaciones de la Secretaría de Energía.
La Asociación Mexicana de Distribuidores de Gas Licuado de Petróleo y Empresas Conexas (Amexgas) ha publicado un comunicado este lunes en donde acusa al tope de precios de generar incertidumbre, pérdidas en su sector y pide una reunión con la Sener y regulador del mercado. “Los gaseros, las 1,292 plantas de distribución de todo el país, enfrentan condiciones adversas que imposibilitan mantener la cobertura geográfica y el nivel de servicio que requiere la población consumidora, provocando con esto el cierre de rutas de reparto, desempleo y falta de inversiones estratégicas para garantizar el abasto a nivel nacional”, dice el organismo en el texto.
El discurso de los comisionistas de gas LP es similar y acusan de no tener un margen que les permita continuar con su actividad. La Unión de Gaseros ha hecho tres peticiones a la Sener: ser incluídos en los costos que toma en cuenta la CRE para la publicación de precios semanales, ser regulados y que la estatal Pemex les venda directamente el combustible para no tener que adquirirlo en las plantas distribuidoras de las compañías privadas.
“Ya necesitamos una solución porque cada vez más se incrementa el costo del gas”, explica Rodríguez. “Es imposible poder trabajar con la décima parte (de lo que antes recibían), porque no tendríamos con qué pagar seguro social, impuestos y el sueldo de los trabajadores. Hemos sido escuchados, pero no nuestras demandas no han sido resueltas”. La Unión de Gaseros tiene en su registro a 6,142 unidades de reparto que no están relacionadas con grandes compañías distribuidoras.
La administración federal decidió imponer topes máximos a la venta del combustible después de consecutivos aumentos en el precio del gas LP, que ha derivado en las últimas semanas del aumento en el precio de la molécula a nivel internacional . Aunque organismos como la Comisión Federal de Competencia también ha alertado que tras la liberalización de los precios del combustible, en 2016, los privados que conforman este mercado vieron un aumento importante en sus márgenes de ganancia.