Desde que Grupo Coral, de Miguel Alemán Magnani, concretó en junio de 2020 la compra del 50% de la participación de Grupo Televisa en Radiópolis, su control accionario ha pasado por varios dueños: un fideicomiso creado ante el banco Afirme, el empresario Carlos Cabal Peniche y ahora la empresa Crédito Real, quien se ostenta como dueña legal.
Sin embargo, el gran ausente en toda esta historia ha sido el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), quien autorizó la transacción en 2019 y a quien Grupo Coral tuvo que notificar cada uno de sus movimientos accionarios. Los artículos 112 de la Ley de Radiodifusión y el 86 de la Ley Federal de Competencia Económica señalan que un concesionario debe presentar al Instituto cualquier cambio en su estructura accionaria y cuando una transacción acumule un porcentaje importante de más del 35% de la participación, respectivamente.
De acuerdo con una fuente con conocimiento del proceso que solicitó no ser identificada, el órgano regulador de las telecomunicaciones fue informado por parte de su unidad de cumplimiento y la autoridad investigadora de que Grupo Coral había traspasado sus acciones de Radiópolis sin notificar previamente al Instituto. Pero el IFT no dio continuidad a la investigación. La empresa de Miguel Alemán Magnani nunca informó de manera formal su traspaso de acciones.