Sin embargo, en cuanto al flujo operativo esperado para los próximos años, la compañía contempla una recuperación más lenta, que llegaría por completo hasta 2025, con un Ebitda de 82.7 mdd.
“Las proyecciones financieras fueron preparadas por la administración y se basan en varios supuestos hechos por la administración respecto al desempeño futuro de las operaciones de los deudores reorganizados sobre una base consolidada”, explica la compañía en el documento.
Respecto a la relación deuda neta a Ebitda, Grupo Posadas proyecta un índice de 9.8 veces para el cierre de este año, que disminuiría a 3.5 veces para 2026.
En nuevas inversiones, la compañía prevé un gasto de capital de poco más de 100 mdd durante los siguientes cinco años, principalmente para mantenimiento de hoteles propios y arrendados, inversiones en tecnología, en ventas y recursos para aumentar su cartera de hoteles administrados y franquiciados, sin dar mayores detalles en este último punto.
El 9 de septiembre pasado, los accionistas de Grupo Posadas aprobaron en una asamblea ordinaria la entrada de la compañía al Capítulo 11 del Código de Bancarrotas estadounidense, que la compañía solicitó el 26 de octubre.
El principal motivo que le llevó a reorganizarse bajo la legislación estadounidense fue una deuda a corto plazo por 392.6 mdd, los 7.875% senior notes con vencimiento en 2022, que la compañía logró extender con sus tenedores en 5.5 años hasta 2027.
Con ello, Grupo Posadas arrancó un procedimiento de reestructura preacordado que espera concluir en aproximadamente 60 días, es decir, antes de que acabe el año.