“Fue parte de muchas mesas directivas y apoyó mucho con su visión, que era muy al estilo japonés o de la vieja escuela, como algunos llaman: tratar a una empresa como un niño, alimentarlo y alimentarlo hasta que sea fuerte y se valga por sí mismo. Y esta visión es parte de su legado, que sirve como ejemplo para los nuevos y futuros empresarios. Para que le den tiempo a sus negocios para madurar”, dice Julián Fernández, jefe de análisis de Bursamétrica.
Cada una de las empresas del conglomerado -GNP, Fresnillo, Profuturo y Valmex, entre otras- se han mantenido independientes y autónomas, lo que ha llevado a su crecimiento dentro de sus segmentos de negocio. “ Diversificando nos hemos podido defender”, dijo el empresario a Expansión . Bailléres también evitó las asociaciones con empresas multinacionales, se consideraba escéptico frente a estas estrategias.
“Después de los problemas de la crisis de 1982, decidimos hacer lo mismo que Alberto Baillères: dividimos completamente las compañías y decidimos que cada una se haría responsable de su financiamiento”, dijo Alfonso González Migoya a Expansión en 2004, desde su posición como director corporativo del regiomontano Grupo Alfa.
Las lecciones aprendidas durante los años que tuvo las riendas de los negocios de la familia las compartió desde los asientos de los consejos de administración de otras empresas, entre ellas Grupo Televisa, FEMSA y BBVA. También formó parte del Consejo Mexicano de Negocios.
“Hoy partió un incondicional que fue al igual mentor y aliado, que amigo fiel, y ejemplo de lo que es amar a México. Don Alberto Bailléres, será usted siempre recordado con agradecimiento y aprecio. Un abrazo con cariño a Doña Tere y a toda su familia”, escribió Emilio Azcárraga Jean, presidente del consejo de administración de Televisa, en su cuenta de Twitter.
Alberto Bailléres fue galardonado en 2015 con la medalla Belisario Domínguez, que entrega cada año el Senado de la República. El galardón fue por ser considerado un impulsor del desarrollo económico y la creación de de empleos.
“Aprecio mucho esta condecoración, aunque admito que el único mérito para recibirla es mi gran amor por México, que es lo que me mueve y me ha movido siempre. Cuando la riqueza material se invierte en el país se transforma en un instrumento social que beneficia a todos”, dijo al recibir la medalla.
En 2020, el empresario figuró por última vez en el listado de 'Los 100 empresarios más importantes de México', antes de ceder el mando de sus empresas a su hijo Alejandro Baillères Gual. Entonces, ocupó la posición número cinco, pero de 2011 a 2013 ocupó la número dos.
Su fortuna ascendía a 8,500 millones de dólares. Ocupaba la posición número cuatro entre los hombres más acaudalados de México, el lugar número 12 en Latinoamérica y la posición 285 a nivel mundial, de acuerdo con datos de Bloomberg.
