La consolidación de un legado
Alberto Baillères comenzó a trabajar en 1957 en el negocio familiar impulsado por su padre Raúl. Ingresó a la Cervecería Moctezuma como vendedor de cerveza en la Ciudad de México. Fue ocupando diversos cargos en la compañía, hasta llegar a la dirección general en 1964. Tres años después, su padre falleció repentinamente, en un accidente doméstico.
Una semana después, acudió a Los Pinos a recibir el pésame de parte de Gustavo Díaz Ordaz. Según contó a Expansión, el mandatario quería saber qué haría con el grupo heredado y sus 7,500 empleados. Lo bombardeó con preguntas y finalmente le dio el respaldo de la entonces todopoderosa Presidencia de la República. “Tú tienes dos problemas —escuchó Baillères—: primero, que eres muy joven, y segundo, que vas a tener éxito. El éxito con la juventud nadie lo perdona, pero la ventaja es que la juventud se cura sola y tú vales mucho.”
Tenía sólo 32 años, pero tomó las riendas de los negocios de la familia oriunda de Guanajuato, que incluían a Cervecería Moctezuma, Manantiales Peñafiel y Metalúrgica Mexicana Peñoles.
Alberto Baillères movió sus fichas y decidió fusionar Crédito Hipotecario, Crédito Hipotecario del Sur, Banco Minero y Mercantil y Crédito Minero y Mercantil en Banca Cremi. También aglutinó a las aseguradoras Nacional Compañía de Seguros y La Provincial en Grupo Nacional Provincial. En 1985, vendió la Cervecera Moctezuma y sus más de 40 subsidiarias a FEMSA para enfocarse en el negocio de la plata.
Los resultados hablan por sí solos: logró convertir a Grupo Peñoles en el mayor productor de plata del mundo, Grupo Nacional Provincial (GNP) participa hoy en todos los segmentos dentro del negocio de las aseguradoras, y Palacio de Hierro pasó de ser una de tantas tiendas departamentales a convertirse en una de las más importantes en el segmento medio-alto de su categoría, y una firma emblemática en el país por sus campañas de mercadotecnia.
Ahora, tras 57 años al frente de Grupo Bal, el empresario —del que se sabe que es aficionado a los toros y que su sueño era ser académico— delega el liderazgo de sus empresas. Y si bien esto parece el camino hacia la jubilación, desde el Palacio de Hierro de Polanco, en donde se ubica su oficina, no se ha confirmado que descansará de los negocios. Su fortuna está valorada en 9,500 millones de dólares, de acuerdo con Bloomberg.