Alberto Baillères cede la presidencia de su imperio. El empresario de 89 años deja a cargo a su hijo Alejandro, quien ha ocupado posiciones estratégicas en diversas empresas de Grupo Bal en los últimos años, como parte de su entrenamiento para esta sucesión.
Desde finales de abril, Alejandro Baillères ya preside los consejos de administración de Grupo Palacio de Hierro y Grupo Profuturo, y su padre pasó a ser presidente honorario vitalicio de los consejos de ambas compañías. Grupo Bal no da sorpresas en los negocios, y este movimiento no fue la excepción. Por el contrario, es un paso en el que el empresario —el quinto más importante de México según el ranking que cada año elabora Expansión— ha trabajado desde hace años.
El presidente vitalicio de Palacio de Hierro evita desde hace décadas los encuentros con la prensa. La única entrevista en México se la concedió a Expansión en 2004. En ella, reveló que tenía muy claro que sus siete hijos heredarían su patrimonio, sin que esto significara cederles el control del grupo.“La supervivencia de la organización exige una fría objetividad para decidir un caso de sucesión, que no siempre resulta fácil, agradable o comprensible”, dijo entonces. "Claro que la tengo pensada, aunque va a depender de las circunstancias en que yo me vaya”. 17 años después, da el paso.