Michel Hernández Tafoya, presidente de Observatel, apunta que el principal reto que enfrenta ahora la empresa presidida por Salvador Álvarez es retener a los clientes y usuarios que ha logrado abonar a su red.
“Ahora (Altán) ya tiene más usuarios, pero va a ser fundamental ver, de aquí a un año, cuántos de esos 6 millones se han mantenido conectados a esa red. Esto dependerá de si la red de Altán funciona correctamente y si no hay problemas (de confiabilidad) en los servicios que sus clientes ofrecen a los usuarios”, comenta.
Altán Redes enfrenta un proceso de concurso mercantil y se encuentra en etapa de reconocimiento de deuda con cada uno de sus más de 70 acreedores, de los cuales Promtel, Huawei, Nokia y American Tower buscan ser reconocidos como "prioritarios" para recibir pronto sus pagos de deuda.
Además, la empresa espera una inyección de capital mediante un segundo crédito que obtendrá esta vez de la banca nacional y que ronda los 100 millones de dólares. El primer crédito que obtuvo Altán lo recibió el 31 de agosto de 2021 y ascendió a 50 millones de dólares.
Pese a que la empresa opera en números rojos, Salvador Álvarez, CEO de Altán Redes, dijo en un comunicado que la adición de nuevos usuarios a la red se debe al “resultado del agresivo plan de negocios que empezamos a impulsar desde finales de 2019, incluyendo el lanzamiento de ofertas disruptivas de la mano de nuestros OMV (operadores móviles virtuales) con planes hasta cuatro veces más baratos que la competencia".
Agregó que la participación de los OMV, como Izzi Móvil, Megamóvil, Redi de Coppel y Bait de Walmart, dentro del total de clientes que le pagan por usar su red aumentó de 15% en 2019 a 67% a finales del año pasado. Esto se ve reflejado en el tipo de servicios más contratados por los usuarios finales.
De los seis millones que atiende Altán de forma indirecta –a través de otras empresas que utilizan su infraestructura–, 81% corresponden al segmento de internet móvil y 19% al de internet doméstico.
5G, ¿una tabla de salvación?
La migración de la red 5G podría dar a Altán Redes un atractivo adicional para atraer a nuevos clientes. En su página de internet señala que la tecnología 4.5G con la que opera le permite migrar más rápido a 5G.
Fernando Borjón, excomisionado del Instituto Federal de Telecomunicaciones, afirma que la Red Compartida fue diseñada para transitar a 5G, pero la demanda de servicios de esta nueva red dependerá del apetito que haya en el mercado y cómo vaya evolucionando la quinta generación en redes de AT&T y de Telcel. "Es una puesta de largo plazo, por lo que, por el momento, la quinta generación en redes no podría ayudarle a mejorar sus finanzas", dice.
El directivo de Observatel señala que debido a que la tecnología 5G aún no es tan atractiva para los clientes como para los usuarios, la migración a esta nueva tecnología no debería ser una prioridad para la Red Compartida, ya que su adopción requiere de grandes inversiones y garantizar una viabilidad financiera.
“Altán tiene una ventaja porque probablemente para sus clientes potenciales no es relevante tener 5G, quizá más adelante ningún operador querrá estar fuera de 5G, pero por ahora probablemente para sus clientes que son de nicho a lo mejor es estar con 4.5G”, añade Hernández Tafoya.