El nombre del secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández, aparece en un par de documentos contenidos en los miles de correos electrónicos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) que fueron filtrados hace unas semanas por el grupo de hackers Guacamaya. Las fuerzas de inteligencia del Centro Nacional de Fusión de Inteligencia (CENFI) han relacionado dentro de sus investigaciones a uno de los hombres más cercanos al presidente Andrés Manuel López Obrador con los grupos de robo de combustible que operan en el sur del país, entre Tabasco y Veracruz.
El nombre del exgobernador de Tabasco, ahora uno de los políticos que han expresado abiertamente sus aspiraciones presidenciales, se inscribe dentro de una red a la que las investigaciones federales han denominado ‘El Caso Olmeca’: una estructura bien organizada que roba combustibles de instalaciones de la estatal Pemex para después distribuirlos mediante carreteras al norte del país mediante la cooptación de autoridades y funcionarios.
El negocio consiste en comprar los hidrocarburos a proveedores que 'ordeñan' los ductos de la estatal en precios que van de los 2.50 a los 4 pesos por litro para revenderlo más tarde en 17 pesos. Hoy, el principal mercado del combustible robado es Monterrey, Nuevo León, pero hay indicios de que la red criminal busca iniciar exportaciones de gasolina hacia Estados Unidos y de diésel hacia Arabia Saudita. De momento, según el seguimiento de las autoridades, esto solo está en planes.
Los documentos que vinculan al político tabasqueño con el grupo independiente de robo de hidrocarburos están fechados apenas en agosto pasado.