El peligro de una alta producción de agua recae en que, en muchas ocasiones, esto provoca que los activos acorten su vida de producción o que algunos campos sean cerrados.
Hasta julio pasado, Xanab era el tercer campo más importante para Pemex, detrás de Maloob y Zaap. Un mes después fue desplazado al cuarto sitio, detrás de Ayatsil, un campo que comenzó producción apenas en 2015.
La caída de producción en Xanab no es algo nuevo. La estatal fue sancionada por más de 24 millones de pesos por la Comisión Nacional de Hidrocarburos en 2018 por faltar al plan de desarrollo y provocar un proceso de fractura que aceleró la entrada de agua. En 2019, la producción del activo cayó dramáticamente hasta los 26,000 barriles diarios después de haber alcanzado una producción por encima de los 170,000 barriles diarios.
Ahora los analistas temen que la estatal esté ahogando de nuevo al campo y las cifras comprueban los temores.
“Después de eso (de provocar la falla que inundó el campo) tuvieron un buen manejo del daño y pudieron rescatarlo. Le invirtieron mucho dinero porque la mayoría de pozos que se llenaron de agua ya no sirven, tuvieron que perforar otros pozos un poco más arriba. Cerraron muchos pozos, perforaron otros nuevos, pero ahora la producción está cayendo de nuevo”, dice Eduardo Gutiérrez, analista de la consultora IPD Latin America.
Los analistas coinciden en que la estrategia de Pemex para acelerar la producción de crudo para mantener el discurso presidencial explica el aumento de agua en el activo y la declinación en la extracción de crudo.
Los yacimientos tienen una capa natural de agua que se sitúa por debajo del crudo –después de muchos años de proceso–. Muchas veces cuando se acelera el proceso de extracción, el agua irrumpe la capa de crudo y entonces los operadores aumentan la producción del líquido y eso dificulta aprovechar el petróleo.
La producción de agua se ha convertido en un problema común para la estatal. Según las cifras del regulador, el campo Esah –que forma parte de sus prioritarios– también reporta una alta producción de agua y una declinación en crudo.