Hoy Shein realiza envíos a más de 220 países y regiones independientes, mientras que otros gigantes del fast fashion, como Zara, solo tiene presencia en 96 países. La marca sueca H&M está presente en 74 mercados.
Este año, Shein se convirtió en el sitio más visitado en la categoría de moda y ropa en todo el mundo, representando el 3.4% del tráfico de escritorio. El sitio en línea de Nike ocupó el segundo lugar, con 2% de las visitas, según datos de Statista. Este furor por la plataforma ha dado un impulso renovado a las exportaciones chinas de prendas de vestir.
Jorge Quevedo Mendoza, director de estudios económicos del Inegi, detalló durante la presentación del estudio Conociendo a la industria del vestido, que México importó 10,897 millones de dólares en ropa el año pasado. "No se había registrado un monto similar en la historia de la industria”, dijo.
Este incremento en las importaciones de prendas, principalmente desde Asia, ocurre luego de que la crisis sanitaria de 2022, paralizó la producción de las fábricas chinas y ocasionó varias interrupciones en las cadenas de suministro globales.
En medio del confinamiento sanitario, y con las tiendas y plazas comerciales cerradas, las importaciones de ropa cayeron 18.4% en 2020, respecto a 2019.
México pierde terreno como fabricante de ropa
Tras la reapertura de la economía global y con el regreso de las personas a las calles, la venta de ropa ha repuntado. No obstante, los fabricantes locales no han terminado de capitalizar este rebote en la demanda.
La participación de México como fabricante de prendas de vestir pasó de 7.4% en 1998 a 1.6% en 2021, año en el que las exportaciones nacionales de prendas de vestir alcanzaron un valor de 7,781 millones de dólares.
El 83.6% se enviaron a Estados Unidos, principalmente playeras de algodón, trajes de caballero, pantalones de mezclilla, camisas y ropa deportiva.
Quevedo Mendoza estima que las exportaciones mexicanas de ropa crecerán 21% al cierre de este año, respecto a 2021.
Mayor informalidad, menos empleo
La industria del vestido aún vive los estragos del Covid-19, y de acuerdo con el Inegi, la informalidad incrementó en medio de la crisis sanitaria. Hoy, 85.4% de los establecimientos son informales, en su mayoría con máximo de cinco empleados.
Las empresas informales aportaron 2.4% de la producción total de ropa, mientras que las empresa formales generaron 97.6% de la producción.
Los empleos perdidos durante la crisis sanitaria aún no se recuperan. En 2021, el aumento de los empleos fue de apenas 0.5% a 567,000 puestos de trabajo, desde los 564,000 de 2019. La creación de plazas laborales en 2020 fue 14.7% menor a la de 2019.