Todo brindis por Navidad o para recibir el año nuevo iba acompañado de sidra, o al menos es lo que dictaba la tradición durante las cenas. Sin embargo, en los últimos años ha perdido terreno frente al vino de mesa y ante la llegada de nuevas bebidas al mercado, como los hard seltzer.
Esta baja de popularidad es resultado de que la bebida hecha con manzanas está “avejentada”, desde la perspectiva de Alejandro Cetto, director general de Valle Redondo, empresa que en su portafolio tiene las marcas Santa Claus y Campanario. Es por esto que espera ventas planas durante esta temporada, en la que se realiza el 95% de la venta de la producción anual.
Este nulo crecimiento no es sólo para la empresa mexicana, pues la industria no dejará este punto neutral en el mediano plazo. El mercado de la sidra en México se valoró en 1,152 millones de pesos en 2020 y crecerá a una tasa anual compuesta de menos del 1% hacia 2026, proyecta la consultora Global Data.