Sergio Pérez Ettedgui, gerente de movilidad de Shell México, destaca en entrevista que en México, donde no hay apoyos fiscales para la compra de vehículos eléctricos, la tendencia está siendo impulsada por las empresas de consumo masivo, o de e-commerce, que están renovando sus flotas de vehículos de última milla con modelos eléctricos.
“Estamos teniendo contacto con estas flotas en México para entender sus objetivos de reducción de huella de carbono. Muchas de ellas (empresas) nos han manifestado su necesidad de realizar una transición energética, así que más temprano que tarde esto va a llegar (la electrificación)”, añade en entrevista con Expansión.
De acuerdo con cifras proporcionadas por la Industria Nacional de Autopartes, existen 1,189 estaciones para vehículos eléctricos, las cuales están mayormente concentradas en Ciudad de México, Jalisco y Nuevo León. Pero algunos fabricantes de vehículos, como Hyundai, estiman que se requieren al menos 3,000 estaciones para poder masificar el uso de vehículos eléctricos.
La apuesta por los combustibles sintéticos y el hidrógeno
Aunque la apuesta de algunos gobiernos -en Europa, China y Estados Unidos- es eliminar de las calles las emisiones de los motores de combustón en la siguiente década; durante varias décadas esos millones de modelos de gasolina que se venden año con año seguirán circulando en las calles, hasta que llegue el fin de su vida útil.
Esta transición de una tecnología a otra, que durará incluso décadas, mantendrá viva la necesidad de combustible. Las empresas están viendo en las formulaciones sintéticas -o e-fuels- una alternativa más sostenible para afrontar la demanda de combustible en las siguientes décadas.
Shell lanzó en México, a mediados de 2019, su combustible Shell V-Power: una gasolina con siete veces más agentes de limpieza y que logra eliminar hasta el 70% de los depósitos de carbono generados por combustibles convencionales. Este mismo producto lo ofrece en Estados Unidos, Canadá y Puerto Rico.
Sarina Arnold, líder en implementación de combustibles y servicios técnicos de Shell en las Américas, subraya que “el desarrollo automotriz acompaña el desarrollo de los combustibles, puesto que van en la misma línea”, de tal forma que la empresa seguirá basando, en el comportamiento de la demanda, el lanzamiento de sus productos en el territorio nacional.
Desde la perspectiva de Pérez Ettedgui, las políticas en torno a la electrificación en México ya se están desarrollando, un cambio para el que, asegura, "Shell estará listo".
“No solamente porque trabajamos de la mano con la industria manufacturera, sino porque ya tenemos esa experiencia ganada, de lo que pasaba en Asia y Europa, y de lo que estamos haciendo ahorita en Norteamérica. Sí va a pasar, el tema es cuándo, pero cuando pase estaremos ahí, para soportar el desarrollo de la transición energética en México”, añade.
En la búsqueda de nuevas alternativas de movilidad, algunas empresas han volteado a ver en el hidrógeno una oportunidad. Esta tendencia tampoco es ajena para Shell, que ya cuenta con una estación exclusiva de este tipo de combustible en Los Ángeles desde 2018.
Si bien, el gerente de movilidad de Shell México aún no observa pasos fuertes dados hacia la adopción del hidrógeno en el país, no descarta que en algún momento puedan coexistir las electrolineras, los despachadores de gasolina y de hidrógeno en una misma estación de servicio.
“Habrá hubs exclusivos de carga eléctrica, como los llamamos, pero no me extrañaría ver, en el futuro, que tengan ambas ofertas, o las tres. E incluso, añadiría una cuarta, que es la tienda de conveniencia, que será clave en estos hubs, así sean estaciones de carga rápida”, agrega.
