¿Qué falta para capitalizar el potencial?
Magaña considera que aún faltan políticas públicas que apuntalen, tanto la adopción de energías renovables, como la de nuevos esquemas de movilidad eléctrica.
La venta acumulada de vehículos eléctrico e híbridos sumó 39,477 unidades de enero a octubre del año pasado, el último dato disponible, lo que significó un repunte de 0.7% en comparación con el mismo periodo un año antes. La comercialización de vehículos eléctricos fue la que más repuntó, al pasar de 768 unidades colocadas en el mercado local, a 3,462, lo que significó un incremento de 350.8%. Pero los vehículos completamente eléctricos aún representan menos del 1% de las ventas totales, de acuerdo con los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
“(Tenemos el reto de) que acceder a un cargador sea tan sencillo como pedir un vaso con agua. Que puedas cargar tu vehículo de manera accesible, y qué mejor que sea de manera eficiente. Que en lugar de cargarlo cuatro horas, puedas hacerlo en 30 o 40 minutos y alcanzar el 60% o 70% de la batería. Entonces la infraestructura es importante y las políticas ayudan muchísimo”, añade.
Desde la perspectiva de Magaña, la adopción de alternativas menos contaminantes estará liderada por la iniciativa privada, puesto que la mayoría de las empresas ya tienen compromisos en materia de reducción de emisiones de carbono frente a sus casas matrices y accionistas.
ABB, que cuenta con más de 2,000 puntos de recarga para vehículos eléctricos instalados en el país, tanto en concesionarios, casas, oficinas y patios de clientes, estima que las solicitudes de cargadores están creciendo entre dos y cinco veces más rápido que el PIB, principalmente por parte de empresas en el sector alimentario que quieren contar con este tipo de automóviles para el reparto de mercancías.
ABB ya tiene conversaciones de negocio con algunas armadoras para suministrarles este tipo de soluciones. “Cuando dicen: hay litio en México, empezamos a ver compañías como Tesla en Monterrey con inversiones de millones de dólares intentando insertarse en esta cadena de valor”, concluye Magaña.