Piden más tiempo
Uno de los principales argumentos contra el decreto es el plazo de 90 días hábiles a partir de la entrada en vigor del decreto.
Aerolíneas como la carguera mexicana Mas pidieron un plazo mínimo de 180 hábiles para hacer la transición desde el AICM, argumentando la falta de condiciones para tener una transición eficiente.
“El plazo de 180 días hábiles es el tiempo mínimo que se requeriría para llevar a cabo un proceso de migración seguro de las operaciones de los concesionarios y permisionarios a otro aeropuerto, con todas las implicaciones administrativas, financieras, legales, comerciales, operacionales y tecnológicas que un traslado de esta naturaleza significa”, dijo Alejandro Cobián Bustamante, apoderado y director legal de la compañía.
De manera similar, otras líneas aéreas como AeroUnion –subsidiaria de la colombiana Avianca– y la Cámara Nacional de Aerotransportes (Canaero) solicitaron un periodo de 360 días hábiles. Sin embargo, la autoridad no se mostró abierta a extender el plazo indicado en el anteproyecto de decreto en ninguno de los casos.
“Se considera que el plazo de 90 días es tiempo prudente para esta transición, esto en virtud de que existe coordinación entre las autoridades que ejercen atribuciones en materia aeroportuaria y aeronáutica, para lograr que los permisionarios y concesionarios que reubiquen en condiciones dignas y seguras”, indica un documento con respuestas a las empresas, firmado por Jacob González Macías, director de desarrollo estratégico de la Agencia Federal de Aviación Civil (AFAC).
Incluso, la autoridad señaló que los comentarios no se sustentaban en algún estudio o análisis “que justifique la necesidad de ampliar el plazo a otorgarse”.
Sin costo-beneficio
Las aerolíneas también tienen varias observaciones respecto al costo-beneficio de mudar sus operaciones desde el AICM.
“No aporta mayores beneficios que costos”, dijo la empresa AeroUnion en un comentario en la plataforma. “Afecta la generación de empleos y la competitividad de las actividades comerciales relacionadas con las mercancías que diariamente llegan a la Ciudad de México por esta vía”.
Las empresas también advirtieron de un incremento de costos en las cadenas de suministro de varios productos, provocando retrasos e incluso alcanzando al consumidor final. Incluso, algunas líneas aéreas advirtieron sobre impactos en la viabilidad de sus operaciones.
“Trasladar nuestras operaciones de carga a un nuevo aeropuerto pone en peligro nuestro modelo de negocio en México. Tenemos fuertes compromisos con nuestros clientes para brindar nuestra solución en el AICM”, dijo Guillaume Marsoin, director general de Air France KLM Martinair Cargo en México y director general de México Cargo Handling.
“Operar en dos aeropuertos diferentes para la actividad de pasajeros y carga definitivamente ocasionaría confusión y costos adicionales en volumen, que podrían comprometer la viabilidad de nuestras operaciones cargueras a México”, agregó el directivo.
Andrea Valencia Sánchez, apoderada legal de Air Canada, consideró que no se tomaron en cuenta la totalidad de los costos y las repercusiones económicas derivadas de la migración de operaciones del AICM a otro distinto, por lo que solicitó al gobierno federal el otorgamiento de subsidios que permitan una migración “económicamente viable”.