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Mudar la carga aérea del AICM al AIFA generaría pocos beneficios y muchos gastos

El gobierno menciona un beneficio indirecto de más de 200 mdp al evitar hipotéticos accidentes por saturación del espacio aéreo del AICM, pero las operaciones de carga apenas representan 3% del total.
jue 19 enero 2023 05:00 AM
Mudar la carga aérea del AICM al AIFA generaría pocos beneficios y muchos gastos
El anteproyecto no considera otra serie de costos, como el cambio en la logística de transportar algunos productos e insumos, lo cual podría encarecerlos.

El decreto para vetar a las aerolíneas de carga del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) apunta a generar más gastos que beneficios financieros. De acuerdo con el anteproyecto firmado por el presidente Andrés Manuel López Obrador, el costo de implementar la medida es más de seis veces superior a los ahorros que generaría, sólo tomando en cuenta el cobro de tarifas y otros costos aeroportuarios.

De acuerdo con el análisis costo-beneficio del anteproyecto, cerrar las operaciones para las aerolíneas cargueras tendría un costo de 9 millones 713,706 pesos para las 16 empresas de carga aérea identificadas por la Agencia Federal de Aviación Civil (AFAC). Este monto contempla desde la actualización de concesiones y permisos, hasta los gastos por la reubicación de bienes y equipo. Sin embargo, este costo no considera un posible impacto en las ventas de las empresas.

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El anteproyecto justifica el rubro de los ahorros mediante los costos de servicios aeroportuarios, comparando las tarifas cobradas en el AICM con las del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA).

El documento hace una comparación de las tarifas cobradas a más de 10,000 operaciones de carga, llevadas a cabo entre enero y noviembre de 2022, y tomando como ejemplo una aeronave de 250 toneladas. Al comparar los costos de aterrizaje, estacionamiento y pernocta, se determinó un ahorro de 1 millón 441,859 pesos en el supuesto de que las 16 aerolíneas cargueras hubieran operado en el AIFA en vez del AICM.

Aunque el proyecto también considera un “beneficio indirecto” de 232 millones 57,824.68 pesos, éste es un monto calculado con base en el riesgo de accidentes por la saturación del espacio aéreo, que, a decir de las autoridades, se reduciría al cerrar las operaciones de carga en el aeropuerto capitalino.

Pese a ser un beneficio indirecto, el anteproyecto utiliza este cálculo para justificar que los beneficios de la regulación son superiores a sus costos en su registro en el Sistema de Manifestación de Impacto Regulatorio. Sin embargo, el anteproyecto no considera otra serie de costos, como el cambio en la logística de transportar algunos productos e insumos.

“Desde el AIFA la distancia es mayor a la Ciudad de México o el Estado de México, donde hay almacenes, fábricas y bodegas”, explica Fernando Gómez Suárez, especialista del sector aéreo. “El costo del traslado a otras plazas –que si no es el AIFA, podría ser el Aeropuerto de Puebla o de Querétaro– también encarecería los productos”.

Incluso el beneficio para aliviar la saturación en las operaciones podría ser poco, pues durante 2022 las operaciones comerciales de carga concentraron apenas 3% del total de las operaciones comerciales, según datos del propio AICM.

El veto a las cargueras en el AICM podría beneficiar colateralmente a las aerolíneas comerciales, que transportan carga al interior de sus bodegas; no obstante, su capacidad resulta poca frente a las aerolíneas dedicadas exclusivamente a la carga, que cuentan con mayores capacidades.

“Hace falta trazar una estrategia para estimular o incentivar que las aerolíneas de carga regular se muden a otro aeropuerto, y que hacerlo no traiga por consiguiente el encarecimiento de productos y servicios”, concluye Gómez Suárez.

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