Para la directiva, otra señal de hacia donde están yendo los clientes a comprar es que Bernard Arnault, el creador del grupo LVMH, que tiene entres sus marcas a Christian Dior, Louis Vuitton, Loewe, Givenchy o Moët & Chandon, sea actualmente el hombre con la mayor riqueza del mundo.
Por ahora, la tendencia va hacia allá. El mercado mundial de artículos de lujo de segunda mano tuvo un valor de 26,176 millones de dólares en 2021 y alcanzará los 50,232 millones de dólares en 2027, con una tasa de crecimiento anual compuesta de 11.48% en el periodo, pronostica Business Research Insights.
Las marcas también han encontrado en el mercado de segunda mano una oportunidad para revalorizar los modelos o líneas específicas de algunas marcas que ya no están disponibles en las boutiques, como puede ocurrir con algunas colaboraciones.
“Hay artículos que hasta llegan a subastas o experiencia desde tecnología de subastas”, dice Lucía Martínez-Ostos Jaye, fundadora y directora de operaciones de Troquer. "Es porque representan calidad y los compradores priorizan el valor intrínseco real de la marca, y mientras éste crece, más clientes quieren comprarlas”.
Para los consumidores significa adquirir un producto de alta gama a un precio menor, en un contexto en el que las marcas han tenido aumentos de precios de entre 10 y 20%, de acuerdo con las fundadoras de Troquer, para mantener su diferenciación, “Esto sucede por posicionamiento y por el aumento en costos”, añade Belausteguigoitia
Martínez-Ostos comenta que dentro de Troquer, las marcas premium son las que más rápido se comercializan, aunque son las bolsas las que tienen una mayor demanda, con un énfasis en marcas como Balenciaga, Chanel, Gucci, Luis Vuitton, Hermes o Prada, por referir algunas, que tienen un precio entre los 7,000 y los 100,000 pesos.
En la categoría de zapatos, las compradoras de la plataforma están dispuestas a gastar de entre 7,000 y 14,000 pesos. “Las personas buscan tener facilidades de pagos a plazos, o meses sin intereses y quienes compran son profesionistas”, dice la directora general de Troquer.
Las directivas concluyen que, aunque mueven grandes inventarios en ropa de lujo, es la categoría que tarda más en venderse, pues existe una mayor tendencia hacia vestir ropa sin importar la marca o de segunda mano en marcas fast fashion, pensando en un consumo más responsable,