Las imágenes de una columna de humo en tonos amarillos saliendo de la refinería de Cadereyta, en Nuevo León, se han convertido en el último motivo de enfrentamiento entre el gobierno del neoleonés Samuel García y la administración federal. Los videos que dan cuenta del hecho comenzaron a circular el fin de semana durante redes sociales, a la par de la emisión de una advertencia del estado sobre una probable y próxima clausura del complejo de Pemex. La razón: un aumento, aseguran, en la cantidad de emisiones contaminantes de la refinería.
El gobierno de Nuevo León ha comenzado una cruzada por endurecer las penas contra quienes, dice, afecten el medio ambiente y ha puesto su mira en Pemex. En los últimos días, el discurso de García ha girado en torno a aumentar las inversiones en energías renovables y en negocios que transiten hacia un modelo económico alineado con los nuevos modelos energéticos. Y éste ha ganado popularidad después del anuncio sobre la inversión del fabricante de vehículos eléctricos Tesla.
La administración de García asegura que la refinería de Cadereyta ha intensificado sus emisiones de contaminantes por las noches. En un comunicado de prensa, del domingo pasado, el gobierno neolonés dice haber determinado que esta refinería de Pemex emite más del 90% de todo el dióxido de azufre que se genera en el área metropolitana de Monterrey.