Esto se produce después de que en abril las filiales rusas de la alemana Uniper y la finlandesa Fortum quedaran bajo control estatal.
El Kremlin advirtió entonces de que podría incautar más activos occidentales de forma temporal, en represalia por las medidas extranjeras contra empresas rusas en el extranjero después de que Moscú enviara miles de sus tropas a Ucrania el año pasado.
Carlsberg dijo en un comunicado a última hora del domingo que "no había recibido ninguna información oficial de las autoridades rusas sobre el decreto presidencial o las consecuencias para Baltika Breweries".
Añadió que las perspectivas de una venta completa de su negocio en Rusia eran ahora muy inciertas. Carlsberg dijo en junio que había firmado un acuerdo para vender su negocio ruso, sujeto a las aprobaciones regulatorias.
Danone dijo en un comunicado que estaba investigando el asunto, añadiendo que la decisión del Kremlin no tendría ningún impacto en sus previsiones financieras para 2023.
La compañía francesa dijo el pasado mes de octubre que estaba buscando un comprador para su negocio de alimentos lácteos en Rusia, en un acuerdo que podría conducir a una amortización de hasta 1,000 millones de euros (1,120 millones de dólares).