El gobierno estadounidense anunció este miércoles normas más estrictas para las emisiones de los automóviles, con el objetivo de acelerar la transición hacia los coches eléctricos.
En comparación con el proyecto de reglamento revelado el año pasado, estas normas finales otorgan sin embargo más tiempo y flexibilidad a los fabricantes para alcanzar los nuevos objetivos de emisiones de CO2.
Además de necesitar el apoyo del sector del automóvil de cara a las presidenciales de noviembre, el presidente demócrata Joe Biden debe convencer sobre sus promesas climáticas.
"Estos estándares de contaminación, los más estrictos hasta ahora para los automóviles, refuerzan el liderazgo de Estados Unidos en la construcción de un futuro de transporte limpio", afirma en un comunicado Michael Regan, jefe de la agencia estatal de protección del medio ambiente (EPA).