La agencia, encargada de regular, promover, vigilar y verificar la construcción de la infraestructura ferroviaria y la prestación del servicio público de transporte ferroviario, está adscrita a la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes. Sin embargo, el presupuesto asignado para 2024 fue menor en comparación con otras instituciones, como la Agencia Espacial Mexicana, que recibió 72.9 millones de pesos, o la Unidad de Administración y Finanzas de la secretaría, que recibió 55.3 millones de pesos.
Ante la implementación de proyectos adicionales, como el Tren del Istmo de Tehuantepec, y las continuas intenciones de impulsar el transporte ferroviario de pasajeros por parte de las autoridades federales, así como el aumento en el volumen de carga transportada, Benjamín Alemán Castilla, socio fundador de Alttrac y profesor de Economía en el IPADE, argumenta la necesidad de fortalecer a la ARTF.
"El presupuesto asignado es claramente insuficiente para afrontar los desafíos futuros del sector. Se requiere un refuerzo tanto en personal como en recursos y facultades", señaló en una entrevista con Expansión.
En México, se sigue un sistema que Benjamin Alemán Castilla describe como "lineal", donde una empresa concesionaria de la vía también es responsable de su mantenimiento. Este esquema difiere del observado en otros países o regiones, donde el sistema ferroviario se considera una alternativa eficiente tanto para el transporte de mercancías como de pasajeros. Por ejemplo, en Gran Bretaña, National Rail gestiona el transporte de pasajeros en la red ferroviaria a través de más de 25 compañías ferroviarias que operan en Inglaterra, Escocia y Gales.
Recientemente, un vagón del Tren Maya descarriló durante un trayecto matutino de Campeche a Cancún. Los expertos ven en incidentes como este la necesidad de una mayor regulación en el sector, la cual no puede lograrse sin un fortalecimiento significativo de la propia ARTF.
"En cuanto al transporte de pasajeros y de carga, es fundamental fortalecerse. Actualmente, México carece esencialmente de regulaciones y normativas para el transporte de pasajeros, y no se han desarrollado modelos eficientes", concluye Alemán Castilla.