Apenas la semana pasada, el director general de la estatal Pemex, Octavio Romero, insistió que la refinería trabajaría "a plena capacidad" en julio.
Ahora, cinco fuentes familiarizadas con las operaciones dijeron a Reuters que era imposible cumplir esos objetivos y que se habían exagerado los avances de cara a las elecciones presidenciales de junio. Ni Pemex ni la oficina del presidente respondieron a las peticiones de comentarios.
Dos fuentes con conocimiento detallado de las operaciones dijeron que los ingenieros seguían trabajando en partes separadas de la refinería y que después enfrentarán el reto aún mayor de unirlas. Una de las fuentes, un ingeniero, describió este último paso como un proceso enormemente complejo y "agonizante" de ensayo y error que lleva meses.
La otra fuente, también ingeniero, dijo que en el escenario más optimista la primera de las dos líneas de producción de la refinería estaría lista entre octubre y noviembre.
Lee también: ¿Por qué era tan importante para Carlos Slim comprar a PetroBal?
"Técnica y operativamente van muy bien, el problema son las expectativas creadas", dijo. Añadió que la información compartida públicamente por los funcionarios no toma en cuenta "criterios técnicos" sobre el funcionamiento de una refinería.
Funcionarios de Pemex habían intentado demostrar que la refinería estaba operativa llevando un cargamento de un destilado con alto contenido en azufre a la refinería Olmeca para convertirlo en diésel de ultra bajo azufre (DUBA), pero éste no se produjo a partir de petróleo crudo, como está previsto cuando la refinería trabaje.
Las partes que aún necesitan desarrollo incluyen la planta de craqueo catalítico, donde las fracciones pesadas del petróleo se convierten en productos más ligeros, y la planta de hidrodesulfuración, donde se elimina el azufre a altas presión y temperatura. Otro reto para los ingenieros será la planta de coquización, que procesa los residuales, según la fuente.
Orgullo nacional
La refinería es, por mucho, el mayor de varios proyectos energéticos con retraso y las dos fuentes dijeron que México no seguiría adelante con los recortes de exportación de cientos de miles de barriles de petróleo crudo y continuaría importando diésel y gasolina en su lugar. Ninguna de las fuentes dijo que la construcción de la refinería fuera intrínsecamente defectuosa y que es demasiado pronto para determinar cómo afectará el retraso a las finanzas públicas porque no se conocen los márgenes de refinación.
Expertos independientes sostienen desde hace tiempo que Pemex, motivo de orgullo nacional para muchos mexicanos, debería de haber invertido en la más rentable exploración y producción, en lugar de refinación.
Las fuentes señalaron que también existe preocupación por la premura con la que se está llevando a cabo el proyecto y por el hecho de que se haya exagerado su progreso por motivos políticos, lo que ha perturbado a los mercados.
En marzo, Pemex ordenó a su brazo comercial que cancelara las exportaciones de 436,000 barriles de crudo que decía necesitar para las refinerías nacionales. En abril, anunció recortes en las exportaciones de otros 330,000 barriles, sólo para dar marcha atrás poco después.
A mediados de mayo, Pemex sólo solicitó 16,300 barriles diarios de crudo para la nueva refinería Olmeca, apenas el 1% de lo que bombea la empresa estatal y menos del 5% de su capacidad esperada.