"Esto significa un aumento significativo del costo de producción de un ladrillo de Lego", dijo a Reuters Niels Christiansen, consejero delegado de la empresa.
Dijo que la compañía está en camino de asegurar que más de la mitad de la resina que necesita en 2026 está certificada según el método de balance de masa, una forma auditable de rastrear materiales sostenibles a través de la cadena de suministro, frente al 30% en el primer semestre de 2024.
"Con una familia propietaria comprometida con la sostenibilidad, es un privilegio que podamos pagar más por las materias primas sin tener que cobrar más a los clientes", afirmó Christiansen.
La medida llega en medio de un excedente de plástico virgen barato, impulsado por las inversiones de las grandes petroleras en petroquímica. Se prevé que los plásticos impulsen la demanda de petróleo en las próximas décadas.
Los proveedores de Lego utilizan biorresiduos, como aceite de cocina o grasas residuales de la industria alimentaria, así como materiales reciclados para sustituir los combustibles fósiles vírgenes en la producción de plástico.
El mercado del plástico reciclado o renovable está aún en pañales, en parte porque la mayor parte de la materia prima disponible se utiliza para el biodiésel subvencionado, que se mezcla en los combustibles para transporte.
Según Neste, el mayor productor mundial de materias primas renovables, el plástico de origen fósil cuesta aproximadamente la mitad o un tercio del precio de las opciones sostenibles.
"Percibimos más actividad y voluntad de invertir en esto ahora que hace sólo un año", dijo Christiansen. No quiso decir qué proveedores, ni dar detalles sobre precios o volúmenes.
La juguetera competidora Hasbro ha empezado a incluir materiales vegetales o reciclados en algunos juguetes, pero sin fijar objetivos firmes sobre el uso de plástico. Mattel tiene previsto utilizar únicamente plásticos reciclados, reciclables o de origen biológico en todos sus productos de aquí a 2030.