El proceso de nombramiento del nuevo director general del grupo, administrado por un comité especial del consejo de administración, ya va "por buen camino" y se dará "en el primer semestre de 2025", subrayó el grupo.
Procedente de Renault, Carlos Tavares se hizo conocer por recuperar el grupo PSA (Peugeot-Citroën) desde 2014, bajando los costos. Luego tuvo éxito en el logro de la megafusión entre PSA y FCA (Fiat-Chrysler).
Desde la creación de ese grupo compuesto por 14 marcas en 2021, desde Peugeot a Fiat pasando por Chrysler y Maserati, Stellantis logró varios récords de beneficios netos y giró con rapidez hacia los autos híbridos y eléctricos.
Pero el grupo Stellantis tuvo dificultades en el primer semestre de 2024, con un beneficio neto reducido a la mitad, antes de que se desplomaran los márgenes ante dificultades más graves de lo previsto en América del Norte, con vehículos cuya calidad fue criticada y tarifas consideradas muy altas.
Los sindicatos se felicitan por la renuncia de Tavares
Varios sindicatos del grupo Stellantis y de la industria automovilística se congratularon el lunes por la renuncia del director general de la empresa criticado por sus métodos de gestión implacables y sus supresiones de puestos.
Shawn Fain, director del poderoso sindicato estadounidense United Auto Workers (UAW), saludó "un paso importante en la buena dirección para una empresa que estaba mal dirigida y con una mano de obra maltratada".
Miles de miembros del UAW reclamaban desde hacia semanas la dimisión de Tavares debido a su "gestión irresponsable", dijo Fain en un mensaje publicado por CNBC.
Según Fain, Tavares deja tras él "un caos hecho de dolorosos despidos y de vehículos demasiado caros abandonados en los aparcamientos de los concesionarios".
En Francia, la sección del sindicato Force Ouvrière (FO) de Stellantis condenó no obstante una "decisión precipitada", que "debilita al conjunto de la empresa y a sus miles de empleados".
En Italia, el sindicato UILM pidió en la red X una "ruptura" al próximo dirigente de Stellantis, para darle prioridad a "los trabajadores y las fábricas italiana", sobre todo a Maserati, cuyas ventas están por los suelos.