Las importaciones de ganado vivo desde México hacia Estados Unidos se encuentran temporalmente suspendidas debido a la detección de un caso aislado de gusano barrenador en un becerro localizado en Catazajá, Chiapas. Pese a la medida precautoria, autoridades y expertos descartan riesgos sanitarios mayores y confían en una pronta reactivación del comercio entre ambos países.
De acuerdo con Macarena Hernández, directora general del Consejo Mexicano de la Carne (Comecarne), no existe un brote del gusano barrenador en territorio mexicano. “De manera natural, se tienen que cerrar las fronteras para realizar un análisis de riesgo. Estoy convencida de que en un par de semanas se determinarán las medidas para reabrir los mercados”, comentó Hernández en un reciente encuentro con medios.
La restricción, que comenzó el 25 de noviembre, ha interrumpido el envío de 167,000 cabezas de ganado, equivalentes a un valor estimado de 160.7 millones de dólares, en un mercado que entre enero y octubre exportó más de 1.15 millones de animales al vecino del norte.