El AIFA, que cuenta con 37 rutas nacionales y nueve internacionales, cerrará el año con un saldo a favor de 350 millones de pesos, acorde con lo dicho por la presidenta Claudia Sheinbaum, quien también resaltó que la terminal ya se posiciona como el aeropuerto que mayores volúmenes de carga que maneja en el país.
“Sigue creciendo el número de pasajeros, siguen creciendo las rutas nacionales e internacionales de diversas aerolíneas. Es el principal aeropuerto de carga ya en el país, y como se planeó en el 2024, ya no requiere presupuesto de la Federación para poderse mantener y operar, sino que ya no solamente es sustentable, sino que además tiene ingresos adicionales”, sostuvo la Ejecutiva Federal desde Palacio Nacional.
Sin embargo, con base en el Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación (PPEF) 2025, éste recibirá 924 millones 610,098 pesos, una reducción considerable frente a los 1,500 millones destinados en 2024.
Algunos especialistas cuestionan si el AIFA “emprendió el vuelo” de forma orgánica, puesto que son varias las decisiones a nivel federal que lo han posicionado en el que se encuentra actualmente.
Por ejemplo, a principios del año pasado, el gobierno de México implementó una estrategia para revitalizar las operaciones en esta terminal, a través de la publicación de un decreto que obligó a las aerolíneas cargueras a mudar sus operaciones del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) al AIFA.
A lo largo de la administración anterior, el AICM sufrió dos recortes en operaciones de despegues y aterrizajes, conocidos como slots, limitando así la capacidad del aeropuerto capitalino, en miras de fortalecer al AIFA en el transporte de pasajeros.
“Todavía existe un largo camino por recorrer; sin embargo, no podemos pasar desapercibido que en gran medida el incremento en el flujo de pasajeros y naturalmente de ingresos de ese aeropuerto deriva de la toma de decisiones de la administración pública federal… Sí es cierto que hay un aumento (en afluencia), sin embargo, eso no exime que hayan existido factores relacionados que propiciaron eso”, menciona Julio Zugasti, experto del sector en Hogan Lovells.
Si bien, el AIFA sí ha llegado a satisfacer una necesidad, que es la saturación de pasajeros en la capital del país, éste aún parece una alternativa complicada para aquellos viajeros que no cuentan con un transporte particular o privado para llegar.
A mediados de este año, el entonces presidente López Obrador aseguró que en agosto sería inaugurado el Tren Suburbano Lechería-AIFA, mediante el cual se podría llegar a la terminal aérea en menos de 30 minutos.
No obstante, el plazo llegó y la inauguración no sucedió, y la actual presidenta no ha dado fecha tentativa para su inicio de operaciones, aunque los datos apuntan a que sí hay planes de conectar mejor dicha terminal.
De acuerdo con el PPEF, para el siguiente año se proyecta una inversión de 3,000 millones de pesos en el Tren Lechería-AIFA, además de 25,000 millones para la puesta en marcha del Tren AIFA-Pachuca, estando ambos proyectos catalogados como prioritarios de inversión.
“Necesitamos seguir conectando la infraestructura existente. Parece que ya está siendo rentable, ya tiene flujo de pasajeros, y si se puede seguir trabajando en el tráfico de personas y de mercancías a otros puntos, definitivamente es algo en lo que tenemos que seguir trabajando”, asegura Óscar Silva Eguibar, socio de Roland Berger México.