Un testigo del cambio en la industria
Desde su apertura en 1991, Mixup Zona Rosa fue testigo de la evolución de los hábitos de consumo musical. Su apogeo coincidió con la era dorada del CD, cuando la única forma de descubrir nueva música era explorando los anaqueles de tiendas especializadas.
“Antes, si querías un disco específico, tenías que venir a buscarlo o pedirlo como importación”, recuerda Christian Ramírez, un cliente habitual. “Había una emoción en el acto de comprar música, en descubrir un álbum solo por su portada o por recomendación de los empleados”.
Este modelo empezó a transformarse con la llegada del iPod en 2003 y la irrupción de iTunes, que permitió la compra de canciones individuales. Posteriormente, con la expansión del streaming y el acceso instantáneo a millones de canciones, el concepto de “poseer” música fue reemplazado por la suscripción a plataformas digitales.
Alejandra Olea, Managing Director de Believe para Americas, explica que el cambio en la industria fue radical. “Pasamos de un modelo de propiedad a uno de renta, donde ahora pagamos una suscripción y tenemos acceso a un catálogo de 30 millones de canciones”, señala.
Además, la digitalización eliminó las barreras geográficas y permitió que cualquier artista emergente pudiera distribuir su música sin depender de grandes disqueras. “Antes, para que un artista fuera escuchado globalmente, debía firmar con una compañía que tuviera los derechos de distribución en distintos países. Hoy, cualquier músico puede subir su material a una plataforma de streaming y alcanzar audiencias en todo el mundo”, añade Olea.
Además de la venta de música, Mixup también fue durante años un punto clave para la adquisición de boletos para conciertos y eventos en vivo. Los módulos de Ticketmaster ubicados en varias de sus sucursales permitían a los fans comprar entradas sin necesidad de recurrir a revendedores o largas filas en arenas y auditorios. Sin embargo, al igual que la industria musical, la venta de boletos ha migrado progresivamente hacia lo digital. Hoy en día, plataformas como Ticketmaster han impulsado la compra en línea y el uso de boletos electrónicos, reduciendo la necesidad de puntos físicos de venta como los que ofrecía Mixup.
La reciente introducción de boletos con códigos dinámicos en la app de Ticketmaster refuerza esta tendencia, eliminando prácticamente la opción de imprimir entradas en casa o recogerlas en tiendas. Este sistema, diseñado para combatir la reventa y mejorar la seguridad en los accesos, ha llevado a los consumidores a depender completamente de sus dispositivos móviles para asistir a eventos.
El impacto en las tiendas físicas
El declive del formato físico afectó a múltiples tiendas de música alrededor del mundo. En México, Mixup logró resistir más tiempo gracias a su diversificación en productos como audífonos, tornamesas y ediciones especiales de vinilos. Sin embargo, la tendencia era inevitable.
En 2008, Grupo Sanborns, propietario de Mixup, introdujo el formato iShop, dedicado a la venta de productos Apple. Desde entonces, varias tiendas Mixup fueron absorbidas o transformadas en iShop, consolidando la estrategia digital del grupo.
Para 2023, Mixup e iShop representaban más del 26% de los ingresos de Grupo Sanborns, superando incluso a Sanborns en ventas. Al cierre de 2024, la empresa contaba con 152 unidades de ambas marcas, y aunque este es el único cierre anunciado hasta ahora, el futuro del resto de las sucursales es incierto.
Más allá de ser un punto de venta, Mixup Zona Rosa fue escenario de algunos de los eventos más recordados por los fans de la música en México.
“Cuando Gustavo Cerati vino a firmar discos, la fila daba la vuelta a la calle”, recuerda Christian Ramírez. “Fue un evento enorme, y los empleados de la tienda eran los que ayudaban a poner orden”.
En 2001, la firma de autógrafos de Rammstein desbordó la capacidad de la tienda y provocó tal aglomeración que la fuerza pública tuvo que intervenir. “Mi hermano trabajó aquí 15 años y estuvo en muchas firmas, pero la de Rammstein fue caótica. La cantidad de gente era impresionante”, comenta un usuario en la fanpage de Rammstein México.
Otros artistas como Mónica Naranjo, Enrique Bunbury e In Extremo también pisaron la tienda para convivir con sus seguidores, consolidando su estatus como un punto de encuentro fundamental para los fans.
Tiendas Mixup, escenario de innumerables firmas de autógrafos
Firma de autógrafos
2015. Alejandro Sanz - Firma de Autógrafos
Mixup/Facebook
Firma de autógrafos
Firma de autógrafos - 26 de Ago de 2010. 30 Seconds To Mars en Mixup Universidad
Mixup/Facebook
Firma de autógrafos
Fangoria en Mixup Reforma 222. 2019
Mixup/Facebook
Firma de autógrafos
Tokio Hotel 2010
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Firma de autógrafos
2011. JOSE JOSE
Mixup/Facebook
Firma de autógrafos
2015. Firma Imagine Dragons El domingo 26 de abril, cientos de fans se reunieron para compartir un momento especial con Imagine Dragons
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Firma de autógrafos
2019. Sebastián Yatra en Tómate la foto Mixup Universidad
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Firma de autógrafos
2016-Tómate la foto con J Balvin en Mixup Universidad 2
Mixup/Facebook
El legado de Mixup en la cultura musical
El cierre de Mixup Zona Rosa es un símbolo del cambio de época. La experiencia de recorrer una tienda de discos, escuchar música en estaciones de prueba y recibir recomendaciones de empleados expertos es algo que las nuevas generaciones difícilmente conocerán.
“Entre quienes fuimos jóvenes en los 2000, Mixup significó mucho. No solo era un lugar de compra, sino un espacio de descubrimiento y convivencia”, menciona una de las vendedoras.
Aunque el streaming ha hecho la música más accesible que nunca, muchos melómanos siguen valorando el objeto físico: la portada, el booklet, la firma de un artista. El auge del vinilo en los últimos años demuestra que todavía hay quienes buscan una experiencia tangible con la música.
Mientras las puertas de Mixup Zona Rosa se cerraban por última vez, un puñado de clientes seguía explorando los últimos discos disponibles, conscientes de que con cada estante vacío se apagaba un pedazo de la historia musical de la Ciudad de México.
"Ha venido mucha gente a despedirse. Es que entre quienes fuimos muy jóvenes en los 2000 tenemos algún recuerdo bonito de esta tienda, que recibió a tanto talento y que para nosotros también era parte del orgullo de trabajar aquí", dice la vendedora.
Con información de Ivet Rodríguez