Publicidad
Publicidad

Autopartes en jaque; el reto de probar el origen de 90,000 partes de un vehículo

Un nuevo arancel de 25% impuesto por Donald Trump obligará a los fabricantes de autopartes establecidos en México y Canadá a rastrear cada componente en la cadena de suministro automotriz.
lun 31 marzo 2025 07:54 AM
Pieza por pieza: la nueva regla de Trump que sacude a los fabricantes de autopartes
México se consolidó como el principal proveedor de componentes automotrices para el mercado estadounidense, con una participación de 43.18% en las importaciones de estos productos en 2024.

Un motor de automóvil puede tener entre 200 y 500 piezas. Para cumplir con las nuevas reglas impuestas por el gobierno de Donald Trump, cada una de ellas deberá contar con un certificado de origen que demuestre el porcentaje de contenido estadounidense. Pistones, cabezas, inyectores y cientos de componentes más deberán ser rastreados a lo largo de una cadena de suministro que, en muchos casos, cruza la frontera hasta ocho veces antes de llegar a su destino final.

A más tardar el 3 de mayo, Estados Unidos impondrá un arancel del 25% a las autopartes importadas de todo el mundo, incluidas las de sus socios del T-MEC, México y Canadá. Sin embargo, estos dos países podrán deducir el porcentaje de valor estadounidense de sus productos para reducir el impacto del arancel, esto no exentará su pago en su totalidad.

La dificultad radica en determinar con precisión ese contenido, dado el nivel de fragmentación en la cadena de suministro.

“Sería pedir una declaración de origen de todos los materiales”, explica Alberto Bustamante, director de la Agencia Nacional de Proveedores del Sector Automotriz (ANAPSA). “Por ejemplo, con los Tier 1, habría que preguntarles de dónde traen los materiales de los pistones, las cabezas de motor. Pero imagina el trabajo que es eso. Un motor tiene pistones, cabezas, inyectores. No solo las fabrica un Tier 1, son muchos proveedores involucrados”.

Publicidad

Hasta 90,000 autopartes

El problema se magnifica cuando se considera el vehículo en su conjunto. “Un auto contiene alrededor de 5,000 componentes entre subsistemas y sistemas, que pueden tener miles de piezas cada uno”, señala Eric Ramírez, director de Urban Science para América Latina y el Caribe. En total, cada auto tiene entre 70,000 y 90,000 piezas, dependiendo de la tecnología y el equipamiento del vehículo.

México exporta autopartes a Estados Unidos por un valor que ronda los 100,000 millones de dólares al año, la mayoría de ellas destinadas a fabricantes de automóviles que las utilizan en sus plantas de ensamblaje.

De acuerdo con datos de la Industria Nacional de Autopartes (INA), basados en información del Census Bureau, México se consolidó como el principal proveedor de componentes automotrices para el mercado estadounidense, con una participación de 43.18% en las importaciones de estos productos en 2024. Este dominio genera un superávit comercial para México en autopartes, mientras que Estados Unidos enfrenta un déficit en este rubro.

En segundo lugar se ubica Canadá, con 9.59% de las importaciones, seguida de China (7.95%), Japón (7.46%) y Corea del Sur (4.77%). El resto de los suministros proviene de Alemania y otros países.

El nuevo requisito de Trump altera lo establecido en el T-MEC, que buscaba fortalecer el Valor de Contenido Regional (VCR) en la fabricación de autopartes y vehículos. “Los nuevos criterios abren otra incógnita”, advierte Miguel Elizalde, consultor del sector automotriz. “Se establece que solo se considerarán como tales los componentes ‘obtenidos, producidos o transportados sustancialmente’ en Estados Unidos, pero la interpretación de ‘transformación sustancial’ puede variar, generando incertidumbre sobre qué autopartes califican bajo este criterio”.

La complejidad de certificar el contenido estadounidense también tendrá un costo significativo para las empresas. “Esto se puede hacer si, por ejemplo, destinas a una persona para que revise exclusivamente los motores, otra para los asientos, otra para los interiores”, explica Bustamante. “Pero si esto se hace, ¿cuánto se tendría que invertir verdaderamente?”.

Con la industria mexicana dependiendo de Estados Unidos para el 86.8% de sus exportaciones de autopartes, cualquier obstáculo adicional podría afectar la competitividad del sector.

Además de los costos adicionales, el nuevo requisito podría acelerar la relocalización de proveedores dentro de Estados Unidos, alineándose con la estrategia de Trump de fortalecer la manufactura local. “El costo de implementar sistemas de seguimiento y documentación será alto, lo que impactará la rentabilidad de las empresas del sector”, subraya Elizalde.

Hasta ahora, el gobierno de Trump no ha detallado los mecanismos específicos de verificación, lo que deja abierta la posibilidad de disputas comerciales y ajustes en la política arancelaria.

Por ahora, los fabricantes de autopartes en México enfrentan una disyuntiva: invertir en sistemas de trazabilidad para cumplir con los requisitos estadounidenses o explorar mercados alternativos.

Publicidad

Newsletter

Únete a nuestra comunidad. Te mandaremos una selección de nuestras historias.

Publicidad

Publicidad