De uniforme deportivo a prenda de moda
En sus inicios, la Liga Mexicana de Beisbol (LMB) contaba apenas con el respaldo de dos o tres marcas locales. Según uno de los directivos de New Era, estas compañías carecían del acceso a telas especializadas, tecnologías textiles y aplicaciones clave, como las necesarias para cubrir costuras o integrar parches laterales que identifican al equipo. Hoy, los jerseys son manufacturados en Guatemala y replican con precisión los que usan los jugadores profesionales. La única diferencia es que los de uso en el diamante son más largos, adaptados a las exigencias del juego.
Sin embargo, ampliar la fabricación para más equipos y vender estos uniformes a los aficionados no fue, por sí solo, el detonante del éxito de New Era en la ropa deportiva. Bajo la premisa de que la compañía es una marca de moda con herencia deportiva, detectaron una oportunidad cuando observaron que otras firmas globales ofrecían camisolas genéricas, con apenas el logo corporativo al reverso. Fue ahí donde New Era encontró una ventaja competitiva natural, alineada con el posicionamiento que ya habían logrado con las gorras como artículos de moda.
“Estamos dentro del streetwear, y con las camisolas buscamos llegar a personas que prefieren un estilo auténtico con una prenda alternativa. Lo que nos ha dado impulso es que ofrecemos el mismo producto que usan los jugadores, y eso le aporta mucha autenticidad”, afirma el directivo.
Hoy, los jerseys han dejado de ser solo uniformes para representar a un equipo: se han convertido incluso en piezas de colección. El pasado fin de semana, con el arranque de la Temporada 2025 de la LMB, las filas para ingresar a la tienda de los Diablos Rojos, en el estadio Alfredo Harp Helú, alcanzaban esperas de hasta 30 minutos. El modelo más solicitado, según los empleados, era un jersey rosa en colaboración con el artista Rodrigo Roji.
La compañía también ha innovado en los diseños de la Selección Mexicana de Beisbol. En 2023 rompieron con la paleta tradicional tricolor y lanzaron uniformes blancos con detalles en rosa “mexican”, así como otro diseño en color menta para los Diablos Rojos, ambos entre los más populares del catálogo.
Este auge del béisbol en la moda urbana ha permitido que incluso personas no aficionadas al deporte compren jerseys simplemente por su diseño o color. Esto, a su vez, se convierte en una puerta de entrada para otros productos de la marca, como sudaderas o camisetas, sin relación directa con un equipo deportivo.
“El tema de los uniformes lo trabajamos equipo por equipo, pero nos encantaría contar con una licencia global. Todos los clubes que han confiado en nosotros han visto crecer exponencialmente sus ventas. Y más allá de los 20,000 o 30,000 jerseys que vendemos, se trata de ese mismo número de personas que lo integran a su guardarropa”, explica Pérez.
De gorras a jerseys
Aunque las gorras siguen siendo el producto estrella de New Era —representan el 70% de sus ventas consolidadas en México—, los jerseys y otras prendas ya representan el 30% restante, de acuerdo con el directivo.
Una de las claves del éxito ha sido tratar tanto las camisolas como las gorras como productos no masivos. La estrategia consiste en fabricar pocas piezas para evitar saturar el mercado y personalizarlas según las preferencias locales, desde los colores hasta las tallas más demandadas.
El diseño de los uniformes —local, visitante y alternativo— se trabaja directamente con cada equipo, con el objetivo de reflejar tanto la identidad del club como la del estado que representan. Un ejemplo es el uniforme alternativo de los Tigres de Quintana Roo, cuyo diseño evoca una camisa de surf, con ilustraciones de olas y el nombre “Cachán” en el pecho. “La empresa ha hecho un gran trabajo para que la gente vista el jersey hasta en una cena”, comenta Fernando Valenzuela Jr., hijo del legendario pelotero mexicano y actual dueño del equipo.
Con un crecimiento de ventas a doble dígito, New Era planea abrir 25 nuevas tiendas en 2025, en formatos que incluyen locales en aeropuertos, a pie de calle y en eventos comerciales. Su meta es cerrar el año con alrededor de 225 puntos de venta propios, además de los más de 3,500 espacios en tiendas departamentales y especializadas a lo largo del país.
La empresa mantiene como activo clave sus licencias internacionales con la NFL y la MLB —recientemente renovada por una década más—, así como un acuerdo por ocho años con la NBA. “Hemos impulsado un cambio cultural en la forma de vestir. Ahora somos parte del guardarropa de muchas personas. Tenemos miles de fans que empiezan su outfit del día desde la cabeza”, concluye Pérez.