Según un aviso enviado a concesionarios en Estados Unidos, y revisado por Reuters, los nuevos precios aplicarán para las unidades fabricadas después del 2 de mayo, que llegarán a los puntos de venta hacia finales de junio. Aunque la compañía asegura que estos cambios responden a sus ajustes habituales de mitad de año, también reconoció que los aranceles han influido en la decisión.
“No hemos trasladado el costo total de los aranceles a nuestros clientes”, dijo un vocero de la empresa. Ford mantiene vigente en Estados Unidos un programa de descuentos en varios modelos hasta el fin de semana del 4 de julio.
La automotriz prevé que la guerra comercial elevará sus costos en aproximadamente 2,500 millones de dólares hacia 2025, aunque busca mitigar esa carga en cerca de 1,000 millones. General Motors, por su parte, estimó que los aranceles podrían costarle entre 4,000 y 5,000 millones de dólares, aunque aspira a compensar al menos el 30% del impacto.
Los nuevos aranceles han generado incertidumbre en toda la industria automotriz. Algunos fabricantes han ajustado sus proyecciones, reconfigurado líneas de producción y detenido operaciones en ciertas plantas.
Ante la presión del sector, la administración Trump suavizó parte de las medidas, otorgando créditos a las piezas fabricadas en Estados Unidos para evitar una doble imposición. No obstante, se mantiene un arancel del 25% sobre unos 8 millones de vehículos importados anualmente.
Analistas advierten que las ventas en el mercado estadounidense podrían caer más de un millón de unidades por año si los gravámenes se mantienen. En ese contexto, Ford podría tener cierta ventaja frente a sus competidores, ya que produce el 79% de los vehículos que vende en Estados Unidos dentro del país, frente al 53% de GM, según estimaciones de Barclays.
Sin embargo, uno de los modelos más accesibles y populares de Ford, la Maverick, es producido en México, por lo que la empresa también resentirá los efectos del nuevo esquema arancelario. Adicionalmente, Ford y GM enfrentan cargas fiscales relevantes sobre importaciones provenientes de China y Corea del Sur, respectivamente. GM estima que sus costos asociados a vehículos coreanos ascienden a 2,000 millones de dólares. Ford no detalló el impacto de sus importaciones desde China.
Con información de Reuters