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Vehículos autónomos, el “salvavidas” de Tesla en medio de una tormenta perfecta

La compañía estadounidense registró una caída del 13% en sus ventas durante el primer trimestre del año, su nivel más bajo en casi tres años.
vie 30 mayo 2025 12:09 PM
Tesla se juega su futuro con su apuesta por los robotaxis
La salida de Elon Musk de su cargo en el Departamento de Eficiencia Gubernamental también marca un momento clave para la empresa.

Tesla ha decidido redoblar su apuesta por una de las tecnologías más arriesgadas y ambiciosas de la industria: la conducción autónoma. Mientras las ventas globales de autos eléctricos desaceleran y el crecimiento de los híbridos gana fuerza, la firma de Elon Musk quiere diferenciarse del resto con una estrategia que combina inteligencia artificial y movilidad sin conductor.

“Mantenemos nuestro compromiso de expandir nuestro modelo de negocio para incluir la entrega de robots autónomos en múltiples formatos y casos de uso, impulsados por nuestra experiencia en inteligencia artificial del mundo real, a nuestros clientes y para su uso en nuestras fábricas, mientras superamos estos obstáculos”, expuso la compañía.

En este contexto, Tesla parece estar intentando un nuevo giro para evitar quedar rezagada frente a competidores como BYD, que han diversificado su oferta.

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La compañía estadounidense registró una caída del 13% en sus ventas durante el primer trimestre del año, su nivel más bajo en casi tres años. A esto se suma un entorno político cada vez más complejo, especialmente tras el acercamiento de Elon Musk con el presidente Donald Trump, lo que ha generado críticas dentro y fuera del sector tecnológico.

Sin embargo, en su más reciente reunión con inversionistas, Tesla dejó en claro que no piensa ceder. “La inteligencia artificial es un pilar fundamental del crecimiento”, dijo la firma, al presentar su hoja de ruta, que incluye no solo mejoras en sus sistemas de conducción autónoma, sino también la entrega de robots en diferentes formatos y aplicaciones.

La jugada no es menor. El robotaxi —un vehículo autónomo que ofrece transporte sin conductor— representa un cambio radical en el modelo de negocio de Tesla. No solo podría generar ingresos por uso, sino también consolidar su liderazgo en tecnologías de conducción sin intervención humana.

“Es una buena estrategia emergente para contener lo mal que la estaba pasando”, reconoce sostiene Eric Ramírez, director de la consultora Urban Science para América Latina y el Caribe. El giro hacia los servicios autónomos le permitiría a Tesla capitalizar su ventaja en datos y experiencia. Actualmente, la compañía acumula más de 3,000 millones de millas de pruebas en modo Autopilot, frente a los 20 millones de Waymo, su competidor más cercano.

El nuevo centro de pruebas está en Austin, Texas. Allí, Tesla comenzó esta semana las evaluaciones del Model Y con capacidades autónomas, con la meta de entregar la primera unidad totalmente autónoma en junio. Si el experimento resulta exitoso, la firma planea escalar esta tecnología para desarrollar su servicio de “robotaxis” en Estados Unidos.

Los retos en la carrera por llevar el robotaxi a las calles

Pero esta carrera no es solo tecnológica. En Estados Unidos, 29 estados cuentan con regulaciones específicas para vehículos autónomos. Algunas jurisdicciones todavía no permiten su operación, lo que puede frenar los planes de Musk si no se avanza rápidamente en la armonización legal.

“Los robots, los robotaxys, son un mercado más pequeño y más rentable, sí, pero necesita forzosamente hacer un despliegue a escala para que funcione”, advierte Ramírez. “Necesita que no tenga restricciones en algunas ciudades, porque en donde no hay regulación, simplemente aún no pueden conducirse”.

El camino para Tesla está lleno de obstáculos. La caída de la demanda global, el encarecimiento de la energía y la competencia con vehículos chinos más baratos ponen presión sobre la compañía, que busca ahora reposicionarse no como un fabricante de autos, sino como una empresa de inteligencia artificial aplicada a la movilidad.

En paralelo, la empresa también trabaja en una línea de productos más accesibles. “También preparamos nuestras fábricas para el lanzamiento de nuevos modelos a finales de este año. Dada la incertidumbre económica derivada del cambio comercial, contar con opciones más asequibles es más crucial que nunca”, reconoció Tesla.

La combinación de robotaxis y autos económicos muestra que Tesla está intentando cubrir dos frentes al mismo tiempo: innovar para mantener el liderazgo tecnológico, y ajustar su portafolio para responder a las nuevas realidades del mercado.

Pero en un entorno dominado por fabricantes como BYD o Geely, que han sabido capitalizar tanto en autos eléctricos como híbridos, Tesla necesita resultados rápidos. De lo contrario, el liderazgo que tuvo durante una década podría desvanecerse con la misma rapidez con la que llegaron sus competidores chinos.

La salida de Elon Musk de su cargo en el Departamento de Eficiencia Gubernamental también marca un momento clave para la empresa. El magnate parece decidido a enfocar toda su atención en el futuro de Tesla, y en convertir la conducción autónoma en su nuevo estandarte.

Aun así, la gran pregunta persiste: ¿está el mercado listo para adoptar masivamente un servicio de robotaxis? La historia reciente de la tecnología indica que el entusiasmo no siempre se traduce en adopción inmediata, sobre todo si los reguladores y los consumidores aún no están convencidos.

Mientras tanto, Tesla se juega una de sus últimas cartas. En un mercado cada vez más saturado y competitivo, donde los márgenes de innovación se acortan y los costos se disparan, la conducción autónoma podría ser la única vía para mantener la relevancia.

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