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El futuro de la planta de Tesla en México depende del visto bueno al Cybertaxi

Autoridades locales aseguran que el retraso se debe a la falta de aprobación en EU del modelo que se fabricaría en México: el “Cybertaxi”, un vehículo autónomo aún sin permisos para su venta.
mar 20 mayo 2025 08:15 AM
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El terreno de Tesla luce con menos maleza que los predios adyacentes, además de que hay un par de torres de electricidad que lucen prácticamente nuevas.

Santa Catarina, Nuevo León.- Los espectaculares y anuncios de “Tesla en el nuevo Nuevo León” han sido retirados o sustituidos. La efervescencia que vivía la entidad a principios de 2023, cuando Elon Musk, dueño de Tesla, anunció que construiría una planta de vehículos eléctricos en el estado, se ha desvanecido. Sin embargo, las autoridades estatales insisten, con optimismo, en que el proyecto sigue en pie.

Emmanuel Loo, encargado del despacho en la Secretaría de Economía, asegura que la comunicación con la compañía estadounidense sigue siendo buena, y que los planes de instalar una planta de manufactura en México continúan, aunque aún no hay una fecha definida para el inicio de la construcción.

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Un robotaxi... ¿Made in México?

De acuerdo con lo dicho por el funcionario regiomontano en entrevista con Expansión, los planes de Tesla en el posible complejo ahora van sobre la producción de su más reciente modelo, el “Cybercab” o “Cybertaxi”, un vehículo que pretende ser punta de lanza en la conducción autónoma, pero que aún no cuenta con todos los permisos para comercializarse en donde se busca sea su principal mercado: Estados Unidos.

“Ya está todo listo para ese momento. Yo creo que lo único que falta es la aprobación del auto para que pueda venderse libremente, y cuando eso ocurra, todo el mundo va a querer usar su Tesla como Uber… Tesla es una empresa muy innovadora, que siempre va dos o tres pasos adelante de muchas automotrices. Al querer integrar tanta innovación en un solo vehículo, a veces los planes se demoran, pero seguimos trabajando en su cadena de suministro”, comenta Loo.

Ante la desaceleración en las ventas globales de autos eléctricos, Tesla ha comenzado a concentrarse más en el desarrollo de su tecnología de conducción autónoma. Así lo hizo saber a sus inversionistas en la presentación de su último reporte financiero: “La inteligencia artificial es un pilar fundamental del crecimiento de Tesla y de la economía en general, y clave para nuestra búsqueda de la abundancia sostenible”, expuso la compañía.

A pesar de ello, poco se ha informado sobre este nuevo modelo. Según un reporte de Reuters del 18 de marzo, Tesla recibió en California la primera de varias aprobaciones necesarias para lanzar el vehículo y su prometido servicio de robotaxis. La última declaración pública de Musk al respecto fue en octubre pasado, cuando aseguró que la producción del “Cybertaxi” comenzará en 2026 y que tendrá un precio inferior a los 30,000 dólares.

Mientras tanto, Loo confirma que la transacción de 5,000 millones de dólares para adquirir el terreno en Santa Catarina se realizó conforme a las políticas de la empresa. “Esperamos que las aprobaciones se den de forma expedita y podamos continuar con el proyecto”, afirma.

“Seguimos avanzando. Claro, hay un tema regulatorio que el vehículo debe cumplir. Ninguna empresa en el mundo se arriesgaría a construir una fábrica para un auto que no está aprobado para su venta. Desde el inicio dijimos que el auto que se fabricaría en Nuevo León sería de ventas masivas, una nueva generación de vehículos, y hoy ese auto está en proceso de aprobación”, enfatiza.

Pero en el terreno y en el sector automotriz local, el ánimo es distinto.

Aranceles ponen 'freno de mano'

“Propiedad privada. Prohibido el paso”, advierten varios letreros en fondo azul y rojo con letras blancas, colocados sobre la carretera Monterrey-Saltillo, a la altura del kilómetro 50, en la zona donde se anunció que comenzaría la construcción de la planta. Desde fuera del predio, que cuenta con un par de cámaras de seguridad, se alcanzan a ver torres de electricidad. Algunas, más antiguas, ya tienen cables, pero otras, más nuevas, aún no están conectadas.

A diferencia de los terrenos colindantes, el predio de Tesla tiene menos maleza. Todo indica que algo que estaba por suceder se detuvo. No hay maquinaria, ni rastro de trabajos que indiquen el inminente arranque de la obra.

La industria automotriz local percibe una situación similar. Nuevo León es el tercer estado con mayor producción de autopartes en México, con una participación del 13.3% del total nacional, según la Industria Nacional de Autopartes (INA). Eso ha hecho que Tesla vea a la entidad como un nodo estratégico para integrar a su cadena de valor, aunque no necesariamente para establecer operaciones locales.

Manuel Montoya, director del Clúster Automotriz de Nuevo León (CLAUT), afirma que actualmente existen unos 60 proveedores que abastecen directamente a Tesla, pero lo hacen para su planta en Austin, Texas. Desde que se anunció la instalación en México, no ha llegado un solo nuevo proveedor al estado con la intención de sumarse al proyecto.

“La verdad es que el anuncio o la posibilidad de la planta de Tesla en Monterrey nunca se concretó. Entonces, nadie invirtió en eso. Cuando anuncias una planta, también anuncias los vehículos y, por ende, a la base de proveedores. Pero como eso nunca ocurrió, podemos decir que está en pausa. Esperamos que algún día reviva ese proyecto”, comenta Montoya.

Y es que conseguir nuevas inversiones para el sector automotriz —cuyo principal destino de exportación es Estados Unidos— se ha vuelto complicado ante la postura arancelaria restrictiva del gobierno estadounidense, reforzada tras el regreso de Donald Trump a la presidencia.

Musk también lo advirtió a mediados del año pasado: si Trump ganaba la presidencia de Estados Unidos, “no tendría sentido invertir mucho en México”, debido a las tarifas que podría imponer el republicano.

Hoy, la política comercial del país vecino es una moneda al aire. Mientras no haya claridad, no se prevé un crecimiento robusto para la industria automotriz, que por décadas ha sido “la joya de la corona” del T-MEC.

“Es difícil hablar de crecimiento en la industria automotriz. Con esta incertidumbre sobre los aranceles, ¿cómo saber cuál será el escenario? Mientras no se defina, muchas cosas están detenidas: nuevas inversiones, lanzamientos… todo se retrasa. Es lógico. Todos están esperando a ver en qué termina esta guerra arancelaria”, reflexiona Montoya.

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Más allá de Tesla

Mientras se resuelve el futuro de la planta de Tesla, otras inversiones —en sectores distintos al automotriz— han encontrado en Nuevo León un lugar idóneo para establecerse. El pasado 8 de mayo, por ejemplo, Bulkmatic de México colocó la primera piedra de una terminal logística en Pesquería, con una inversión anunciada de 250 millones de dólares.

Loo señala que diversos factores hacen atractiva a la entidad para los inversionistas: la disponibilidad de mano de obra calificada, terrenos adecuados y las ventajas del contenido regional exigido por el T-MEC.

“Hemos visto muchísimo movimiento en el último mes y medio. En enero y febrero las empresas estaban muy cautelosas respecto a inversiones y expansiones, pero ahora sí notamos una segunda ola de nearshoring… Hay muchos proyectos de energía que vamos a anunciar en los próximos meses”, adelanta.

Datos de la consultora Datoz muestran que el interés por nuevos espacios en la entidad sigue al alza. En el primer trimestre de 2022, la cotización de las rentas en parques industriales en Nuevo León era de 0.554 dólares por pie cuadrado al mes. Al cierre del primer trimestre de este año, subió a 0.659 dólares.

Más allá de Tesla, el sector automotriz mantiene el optimismo con inversiones como la de Volvo, que en agosto pasado anunció 700 millones de dólares para una nueva planta de camiones, monto que elevó a 1,000 millones en abril de este año.

“En Nuevo León seguimos trabajando en la planta de Volvo Trucks, que ya está en construcción. Ese fue un anuncio importante del año pasado, y aprovechará la base de proveedores existente… Algunos ya proveen a Volvo en Estados Unidos, y esperamos la llegada de más proveedores que completen la cadena”, comenta Montoya.

Mientras las señales desde el exterior se aclaran, el sector automotriz seguirá operando con lo que ya tiene, apoyado por las autoridades estatales. Para el Global Transportation & Innovation Summit 2025, organizado por la Secretaría de Economía estatal, el CLAUT y la iniciativa Nuevo León 4.0, se proyectan transacciones por hasta 5 billones de dólares en derrama económica, principalmente en los rubros de innovación, tecnología, electromovilidad e industria automotriz.

Hoy, el futuro industrial de Nuevo León no está detenido, pero sí marcado por una promesa que aún no aterriza. Y hasta que no se coloque la primera piedra —de verdad— la historia seguirá su marcha y el rumbo comercial también: cada semana, unos 800 camiones con proveeduría “Hecha en México”, y en particular “Hecha en Nuevo León”, seguirán su camino hacia la planta de Tesla en Estados Unidos.

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