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La inseguridad impulsa el negocio del blindaje vehicular en México

La Asociación Mexicana de Blindadores de Automotores (AMBA) prevé que en 2025 se blindarán alrededor de 4,000 vehículos en el país, un crecimiento cercano al 10% respecto al año anterior.
mié 04 junio 2025 11:58 PM
La inseguridad impulsa el negocio del blindaje vehicular en México
Si en 2024 el blindaje nivel tres —que resiste disparos de armas como la Magnum 44 y es el más utilizado en entornos urbanos— representaba el 65% del total de solicitudes, este año su participación ha aumentado al 72%.

Las sirenas, los bloqueos carreteros y los asaltos violentos ya no son hechos aislados: forman parte del paisaje cotidiano en regiones cada vez más amplias del país. La percepción de inseguridad ha detonado una demanda creciente de vehículos blindados, que ya no se limita a políticos o empresarios de alto perfil. Hoy, el blindaje es una medida preventiva que gana terreno entre particulares, corporativos y gobiernos, impulsando a una industria que atraviesa uno de sus momentos más dinámicos en la última década.

Esteban Hernández, presidente de la Asociación Mexicana de Blindadores de Automotores (AMBA), prevé que en 2025 se blindarán alrededor de 4,000 vehículos en el país, lo que representaría un crecimiento cercano al 10% respecto al año anterior.

El crecimiento no es casual, sino consecuencia de una violencia que se ha tornado más impredecible y armada. “Ya no son solo armas blancas. Los asaltos callejeros a vehículos particulares cada vez son más violentos y con armas más avanzadas”, advierte.

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La aceleración es tangible en las cifras. Si en 2024 el blindaje nivel tres —que resiste disparos de armas como la Magnum 44 y es el más utilizado en entornos urbanos— representaba el 65% del total de solicitudes, este año su participación ha aumentado al 72%. Esto refleja no solo un mayor número de vehículos protegidos, sino una conciencia creciente de la necesidad de una cobertura más robusta ante una realidad más peligrosa.

Pero la verdadera inquietud del sector no está en las metrópolis. “Lo que empieza a suceder es que cuando salimos del casco urbano de la ciudad y agarramos una carretera, ya la probabilidad de que haya un arma más larga es más alta”, señala Hernández. En zonas como Sinaloa, donde los grupos criminales han fortalecido su presencia, los clientes están solicitando blindajes superiores, capaces de resistir armas como las AK-47 o “cuernos de chivo”.

Esta presión por mayor seguridad ha ampliado el alcance del mercado. Aunque Ciudad de México, Estado de México, Guadalajara y Monterrey siguen concentrando la mayoría de los pedidos, las empresas blindadoras están viendo un incremento sostenido en estados del norte y del sureste, donde las condiciones de violencia se han agravado. La expansión no es solo geográfica, también es sectorial: gobiernos, empresas e individuos están recurriendo al blindaje como una medida preventiva indispensable.

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A nivel regional, el contraste con Brasil —la otra gran economía latinoamericana— es revelador. En el país sudamericano se blindan cerca de 30,000 vehículos al año, más de siete veces lo que se hace en México. Sin embargo, en Brasil predominan los blindajes nivel dos y tres, mientras que en México la exigencia de protección es cada vez más alta. El nivel cuatro, prácticamente inexistente en Brasil, se ha vuelto común aquí debido a la presencia de armamento de alto poder.

“Hay algunos blindadores que tienen, por algún motivo, más trabajo a nivel gobierno. Hay otras blindadoras que tienen más trabajo a nivel cliente particular e industria privada”, comenta Hernández.

Precios y modelos

El tipo de vehículos más solicitados para blindaje también revela el perfil del cliente: modelos de marcas como Chevrolet, GMC y Jeep encabezan la lista. En general, son unidades con motores de seis cilindros o cuatro cilindros turbo, con más de 200 caballos de fuerza, características necesarias para no sacrificar desempeño una vez instalados los materiales de protección.

El proceso de blindaje se realiza bajo pedido. Para los modelos más populares, las blindadoras tienen moldes prefabricados y cristales listos, lo que permite entregar el vehículo en tan solo dos semanas. Pero cuando se trata de modelos menos comunes, los tiempos se extienden considerablemente. Wendler Blindajes Alemanes, por ejemplo, detalla que en estos casos puede tardar hasta seis semanas la llegada de los cristales y otras seis semanas la fabricación de los moldes digitales.

El costo del blindaje varía según el nivel de protección requerido. Mientras que un blindaje nivel III, inicia en aproximadamente 35,000 dólares, el nivel 4 —diseñado para enfrentar armas de asalto como las AK-47— ronda los 50,000 dólares. Para quienes necesitan una protección aún mayor, el blindaje nivel 5 puede superar los 75,000 dólares.

Desde la perspectiva de Sergio Loyola, director general de la Asociación de la Superación por México (ASUME), que agrupa a más de 32 empresas de seguridad en el país, el interés por el blindaje vehicular va en aumento. Ante esta tendencia, el organismo ha intensificado sus esfuerzos de difusión para orientar al público.

“Cada vez hay más personas buscando información, y es ahí donde nosotros, como asociaciones, debemos apoyar: explicar qué tipo de blindaje se necesita según el estilo de vida. Estamos para guiarlos, ya sea en la protección de un vehículo de alta gama o de bajo perfil, como llamamos a los modelos más discretos y citadinos”, señala.

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