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El huachigás se convierte en otro lastre para Pemex

En el primer semestre del año se detectó en promedio una toma clandestina de gas LP cada 8 horas y 19 minutos en ductos de Pemex.
jue 04 septiembre 2025 08:45 AM
Pemex enfrenta otro robo que no tiene los reflectores: Huachigás, el negocio ilegal que está en expansión
En el mes de junio se registraron 89 tomas clandestinas en ductos de Pemex.

Aunque se suele pensar que el robo de combustibles se limita al huachicol en gasolinas y diésel, otro frente se ha abierto en el país. Se trata del gas LP. Este energético, indispensable en la vida cotidiana de los mexicanos, enfrenta también el embate de las tomas clandestinas, un delito que amenaza a Pemex, a la industria gasera y a millones de consumidores.

El gas LP es el combustible por excelencia en los hogares de México. Al menos 75% de las familias lo utiliza para preparar alimentos o calentar agua, lo que convierte a este energético en un insumo básico para la vida diaria. Sin embargo, mientras la estrategia gubernamental ha concentrado recursos en el combate al huachicol tradicional, el llamado “huachigás” avanza con fuerza.

De acuerdo con el Observatorio Ciudadano IGAVIM, en el primer semestre del año se detectó en promedio una toma clandestina de gas LP cada 8 horas y 19 minutos en ductos de Pemex. Se trata de una actividad de alto riesgo, pues no solo genera pérdidas económicas, sino que pone en peligro a las comunidades cercanas a los puntos de extracción ilegal.

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Las cifras oficiales reflejan la magnitud del problema. En junio se registraron 89 piquetes en ductos de Pemex, prácticamente tres al día. Apenas en diciembre de 2024, el registro había cerrado con 45 tomas, lo que muestra un incremento considerable en pocos meses.

El mes de marzo fue especialmente crítico. En ese periodo se contabilizaron 134 tomas clandestinas de gas LP, la cifra más alta del año. El repunte encendió alertas no solo en Pemex, sino en todo el sector energético.

Una fuente cercana al sector gasero, que pidió el anonimato, explicó que el pico de marzo coincidió con una reducción en los márgenes de operación del gas LP. “Esto pasa justo cuando se redujo más el margen de precio máximo, obviamente se incrementaron las tomas clandestinas porque los involucrados como falsos sindicatos o grupos de choque, lo que hacen es comprar ese huachicol y justo en ese mes se redujo mucho el margen hasta en 1.20 pesos por litro como margen de operación”, comentó.

La explicación radica en que desde 2023 se estableció un tope de precios máximos al consumidor final por regiones. Al disminuirse los márgenes de ganancia, la presión sobre distribuidores formales abrió espacio para la venta clandestina de gas.

El segundo trimestre del año mostró un respiro. La reducción de tomas coincidió con una recuperación en los márgenes de operación y con un reforzamiento de la estrategia contra el robo de combustibles. Esto sugiere que la dinámica del huachigás responde tanto a factores de mercado como a la capacidad de vigilancia gubernamental.

Para Gabriel Rosas, director de Operaciones de Verifigas, el problema del gas LP suele quedar relegado frente a la atención que recibe la gasolina. “El gas LP suele luego perder el foco por parte de las autoridades y su vigilancia, pero hay que entender que es un energético fundamental en los hogares”, señaló.

Rosas recordó que estados como Puebla concentraron buena parte de las tomas ilegales en 2024, con más de 400 detectadas en todo el año. “Este año vemos que si bien las tomas aumentaron en el primer trimestre, hacia los meses siguientes se observa una disminución, y aquí tenemos que considerar lo que está haciendo el gobierno en cuestión del combate al huachicol y huachigás y estas tomas clandestinas”, agregó.

Tomas clandestinas de gas LP afectan hogares y finanzas de Pemex

El huachigás no es un fenómeno aislado. El robo de gasolinas y diésel también continúa siendo una carga para Pemex. Entre enero y junio pasados, se detectó en promedio una toma ilegal cada 53 minutos y 50 segundos en el país.

Según IGAVIM, en junio se contabilizaron 711 tomas ilegales de gasolina y diésel, por debajo de las 773 registradas en diciembre de 2024. Sin embargo, marzo volvió a ser el mes con mayor incidencia, con 918 piquetes.

Estos datos muestran que, aunque el combate al huachicol ha tenido algunos avances, el delito persiste con fuerza. Y ahora, la suma del huachigás complica aún más la ecuación para Pemex y las autoridades federales.

El impacto económico es doble. Por un lado, Pemex pierde ingresos directos al no poder comercializar el combustible robado. Por otro, la competencia desleal presiona a los distribuidores formales, que deben operar con márgenes estrechos y precios regulados.

Rosas subrayó que el combate al robo de hidrocarburos no debe limitarse a operativos en campo. “El combate al robo de hidrocarburos, si bien ha mostrado resultados con los operativos que se han realizado en los últimos meses gracias a la coordinación de autoridades y Pemex, es importante combatirlo desde la parte regulatoria, es decir, con la implementación y correcto cumplimiento de los controles volumétricos”, afirmó.

El énfasis en controles volumétricos apunta a una mejor trazabilidad del combustible desde su producción hasta el consumidor final. En teoría, estas medidas deberían dificultar la comercialización de productos robados, aunque su aplicación todavía enfrenta retos.

En este contexto, Pemex se encuentra con otro lastre que mina su recuperación financiera. El huachicol, ya mediático, ha obligado a desplegar operativos y recursos, mientras el huachigás amenaza con crecer en la sombra.

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