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¿Se acabó la era dorada de los autos eléctricos en Estados Unidos?

GM, Ford y Tesla cerraron un trimestre récord impulsado por la prisa de compradores que aprovecharon el último tramo del crédito fiscal antes de su eliminación el 30 de septiembre.
mar 07 octubre 2025 12:27 PM
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Tesla mantiene su posición dominante en el segmento, aunque también se benefició del efecto “última llamada” del crédito fiscal. (Reuters)

Durante los últimos meses, los pisos de venta de General Motors, Ford y Tesla vivieron un inusual repunte: los compradores se apresuraron a cerrar sus compras de autos eléctricos antes del 30 de septiembre, la fecha límite para acceder al crédito fiscal federal de hasta 7,500 dólares. Ese impulso, sin embargo, podría marcar el final de una etapa dorada más que el inicio de una nueva expansión.

“Los clientes no están interesados ​​en un vehículo eléctrico de 75 000 dólares. Los encuentran interesantes y rápidos, eficientes... pero caros”, reconoció Jim Farley, CEO de Ford Motor Company, en una conversación con David Westin, presentador de "Bloomberg Wall Street Week”. Su diagnóstico es claro: sin el apoyo fiscal, el mercado estadounidense de vehículos eléctricos (EV, por sus siglas en inglés) será “más pequeño de lo que pensamos”.

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GM, Ford y Tesla disparan sus ventas

Las cifras del tercer trimestre muestran un cierre fuerte, pero también anticipan un viraje. General Motors reportó un incremento de 8% en sus ventas totales en Estados Unidos respecto al mismo periodo del año anterior, impulsadas tanto por modelos eléctricos como de combustión. En ese periodo entregó 66,501 vehículos eléctricos, un récord histórico para la firma.

En lo que va del año, GM acumula 144,668 vehículos eléctricos vendidos en Estados Unidos, un alza de 105% frente a 2024. Parte de ese éxito responde al crédito fiscal, que permitió que más clientes optaran por modelos como el Chevrolet Equinox EV, el SUV más vendido fuera del dominio de Tesla.

La diversificación también jugó a favor. Cadillac, la marca de lujo de GM, colocó tres modelos eléctricos entre los diez más vendidos del segmento: LYRIQ, OPTIQ y VISTIQ. “Nadie está en una mejor posición para un mercado cambiante que GM”, afirmó en un reporte de resultados de ventas, Duncan Aldred, vicepresidente senior y presidente de GM Norteamérica.

No obstante, el impulso podría ser pasajero. La expiración del crédito fiscal y la persistente brecha de precios entre autos eléctricos y de combustión presionarán las ventas en los próximos meses, según estimaciones de la industria.

Ford también cerró un trimestre récord. Según datos de la compañía, las ventas en Estados Unidos crecieron 8.2% y alcanzaron siete meses consecutivos de incrementos, con una mezcla equilibrada de vehículos a gasolina, híbridos y eléctricos.

La compañía vendió 85,789 unidades electrificadas (que incluyen híbridos y eléctricos puros), un aumento de 19.8% respecto al mismo trimestre de 2024. De ese total, 30,612 fueron eléctricos de batería, con el Mustang Mach-E alcanzando su mejor desempeño desde su lanzamiento en 2020: 20,177 unidades, 50.7% más que un año atrás.

El F-150 Lightning, la versión eléctrica de la icónica pickup de Ford, también marcó un récord con 10,005 unidades vendidas, manteniéndose como la camioneta eléctrica más vendida de Estados Unidos.

Sin embargo, el propio Farley advirtió que el panorama cambiará drásticamente. “Esperamos que las ventas de eléctricos caigan a 5% de la industria, desde el 10% o 12% actual”, dijo en su participación en Bloomberg Wall Street Week. El ajuste no solo refleja la salida del incentivo federal, sino el aumento de precios que inevitablemente seguirá.

¿Una oportunidad para los híbridos?

En contraste, los híbridos emergen como el nuevo eje de crecimiento. El F-150 híbrido registró 22,212 unidades vendidas en el trimestre, mientras que la pickup Maverick Hybrid superó las 63,000 unidades en lo que va del año. “Creemos que Estados Unidos se va a enamorar de los híbridos enchufables”, dijo Farley.

Para el ejecutivo, el viraje de la electrificación total hacia los sistemas mixtos no representa una derrota tecnológica, sino una corrección de expectativas. Ford planea reconvertir algunas plantas que estaban destinadas a fabricar eléctricos puros para producir híbridos, lo que requerirá más mano de obra calificada.

Ese giro productivo tiene implicaciones directas en México, donde se ensamblan varios de los modelos eléctricos más exitosos de Ford y GM. El Mustang Mach-E se produce en la planta de Cuautitlán, mientras que el Chevrolet Equinox EV y el Blazer EV se fabrican en Ramos Arizpe.

Una desaceleración en el mercado estadounidense podría reflejarse en menores volúmenes de exportación hacia el principal destino de la industria automotriz mexicana. Según datos de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA), la producción de vehículos eléctricos en el país registró una caída de 5.6% en septiembre, comprado con el mismo periodo de 2024.

El nuevo equilibrio del mercado automotor

En paralelo, Tesla mantiene su posición dominante en el segmento, aunque también se benefició del efecto “última llamada” del crédito fiscal. El tercer trimestre fue récord para la empresa dirigida por Elon Musk, que incrementó tanto producción como entregas antes del cambio regulatorio.

El propio Musk había reconocido en septiembre que el mercado de EV podría enfrentar un periodo de ajuste “natural”, ya que los incentivos federales distorsionaron temporalmente los precios y la demanda.

Los analistas de la industria calcularon previamente que la eliminación del subsidio reducirá entre 20% y 30% las ventas de vehículos eléctricos en el cuarto trimestre, con una recuperación gradual a partir de 2026, si los costos de batería siguen cayendo.

De momento, el apetito por los vehículos eléctricos en Estados Unidos parece haber alcanzado un punto de madurez: los consumidores interesados ya compraron antes del fin del beneficio fiscal, mientras que los indecisos esperarán precios más accesibles.

En ese contexto, la “era dorada” de los eléctricos, caracterizada por crecimientos de tres dígitos y fuerte apoyo público, da paso a una etapa más competitiva, en la que coexistirán motores a gasolina, híbridos y eléctricos en proporciones más realistas.

Para México y su cadena de proveeduría automotriz, el desenlace será crucial. Si los eléctricos pierden velocidad, los híbridos podrían ofrecer un respiro productivo. Mientras tanto, el fenómeno en Estados Unidos pone una premisa sobre la mesa: la electrificación ya no depende solo de la innovación, sino de la capacidad del mercado —y de los gobiernos— para sostener su transición.

Con información de Ivet Rodríguez

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