El siguiente paso para la compañía será llegar a los refrigeradores de las tiendas de conveniencia y de barrio, donde el consumidor suele realizar compras frecuentes. Guzmán explica que este canal representa la frontera natural del crecimiento para la marca. “Esa es la frontera que debemos cruzar para acercar Chobani a otros consumidores”.
Las cadenas de proximidad y las tiendas tradicionales son el punto de contacto más directo con los compradores cotidianos, especialmente en colonias y zonas residenciales. Guzmán reconoce que la expansión a este tipo de formatos será determinante para “democratizar” el acceso a sus productos, que incluyen no solo yogures, sino también opciones bebibles, cremadores para café y leche de avena saborizada.
El mercado mexicano del yogur es amplio y maduro, pero el segmento griego es relativamente joven. En ese contexto, Chobani ha tenido que construir una base de consumidores que valoren la textura, el sabor natural y el contenido proteico. “Hoy estamos jugando con una penetración relativamente pequeña porque aún no estamos distribuidos en todos los canales donde se puede encontrar la categoría en México. Al final, la penetración de mercado sigue siendo reducida en comparación con el potencial del país”, reconoce Guzmán.
Hace cinco años, cuando Chobani apenas desembarcaba en México, la empresa tenía dos empleados y una estrategia incipiente para introducir su portafolio. Guzmán recuerda que el consumo de yogur griego “tenía un menor impulso” y que la competencia era escasa tanto en innovación como en oferta. Fue entonces cuando la compañía decidió apostar por desarrollar la categoría.
En ese periodo, el mercado ha evolucionado. Según datos de Worldpanel by Numerator, la categoría de yogur griego alcanzó más de 42 millones de kilos al cierre de junio de 2025, con una penetración que pasó del 1.8% al 2.6% en tres años. El crecimiento refleja un cambio en los hábitos de consumo, impulsado por la búsqueda de alimentos funcionales y con beneficios asociados a la salud.
El imperio de un migrante
La competencia, sin embargo, es cada vez más intensa. En los anaqueles de los supermercados y clubes de precio, Chobani comparte espacio con marcas como Oikos y Yoplait, pertenecientes a gigantes de la industria láctea que han apostado por ampliar su presencia en el segmento griego. De acuerdo con estimaciones de Statista Market Insights, el mercado mexicano de yogures —del cual forma parte el yogur griego— generará ingresos por 4,170 millones de dólares en 2025.
Pese al tamaño del mercado, Chobani ha optado por un crecimiento prudente, enfocado en construir una base sólida de consumidores. Su estrategia se apoya en una narrativa de calidad y naturalidad que ha sido parte del ADN de la marca desde su fundación. “Estamos duplicando nuestro negocio y creciendo al doble respecto al año pasado. Hoy estamos en una posición en la que queremos seguir avanzando”, señala Guzmán.
La historia de Chobani tiene un origen que resuena con su filosofía. Su fundador, Hamdi Ulukaya, es un pastor turco que migró a Estados Unidos para estudiar y terminó creando una empresa con base en South Edmeston, Nueva York. Desde ahí, levantó un imperio del yogur griego centrado en el sabor natural y la innovación.
El centro de innovación de la compañía, ubicado también en Nueva York, se dedica a desarrollar nuevos productos y formatos. El yogur griego, elaborado mediante la eliminación del suero y otros líquidos del yogur tradicional, se ha convertido en un ingrediente versátil dentro de la tendencia de alimentos ricos en proteína.
En México, Chobani mantiene su enfoque en ampliar la distribución antes de apostar por una diversificación más amplia del portafolio. El objetivo inmediato es aumentar la visibilidad en los puntos de venta y reducir la distancia con el consumidor promedio.
Guzmán considera que el mayor desafío de la marca está en adaptarse a la estructura del comercio local. “La proximidad es clave. Tenemos que llegar a los refrigeradores de las tiendas que la gente visita todos los días. Ese será el paso que nos permitirá crecer de manera sostenida”, afirma.
La apuesta de la compañía también responde a la tendencia global de consumo de productos naturales y con menor procesamiento. Este tipo de preferencias ha dado lugar a una competencia más sofisticada, donde las marcas compiten no solo por precio, sino por calidad y origen.
A pesar de los retos, Chobani avanza en un terreno que ayudó a construir. Su presencia en el top tres de marcas de yogur griego es el resultado de una estrategia que combina paciencia, innovación y un entendimiento claro del consumidor mexicano. El siguiente capítulo dependerá de su capacidad para acercarse, literalmente, al refrigerador del consumidor promedio.