La llamada nueva era se basa en la renovación de portafolio, la actualización de imagen en la red de distribuidores y el fortalecimiento de su operación comercial.
En agosto de 2025, la marca lanzó el Infiniti QX80 Autograph, su SUV insignia, con el que inicia la actualización completa de su línea de productos. El modelo simboliza la nueva visión de lujo inteligente y multisensorial que la marca busca transmitir.
A diferencia de años anteriores, en los que la marca dependía de la producción regional, Infiniti operará a partir del próximo año con un esquema completamente importado. La decisión corporativa de terminar la manufactura local forma parte del plan de Nissan para optimizar sus operaciones y concentrar recursos en los mercados con mayor escala.
La red de distribución se ha convertido en el otro gran pilar de la estrategia. En los últimos tres años, Infiniti pasó de 13 a 20 centros de distribución que concentran alrededor del 80% del mercado premium nacional.
México, de hecho, es el primer país en implementar la renovación de imagen global de la marca, basada en la filosofía japonesa Omotenashi, que busca reflejar atención personalizada y hospitalidad anticipada. Los nuevos espacios privilegian la transparencia, la comodidad y la digitalización del servicio.
El brazo financiero también juega un papel clave en esta etapa de transición. Infiniti Financial Services permite a la marca mantener competitividad pese a los costos derivados de la importación y de la apreciación del yen frente al peso. El financiamiento, más flexible y con nuevos esquemas de arrendamiento, se ha convertido en una herramienta central para sostener
El cambio llega acompañado de resultados positivos. En septiembre de 2025, Infiniti vendió 112 unidades, lo que representó un crecimiento anual del 64.7% frente al mismo mes del año anterior. En el acumulado del año fiscal alcanzó 575 unidades, un incremento del 22.6% respecto a 2024, mientras el segmento de lujo en su conjunto registró una caída de -6.7%.
El desempeño marcó el mejor trimestre desde 2018, con un avance del 57% frente al periodo anterior y del 22% respecto al mismo trimestre del año pasado. “Nuestro objetivo es posicionar a Infiniti como un referente del lujo japonés contemporáneo, caracterizado por la precisión, el detalle y una hospitalidad que anticipa las expectativas de nuestros invitados”, señaló Degollado.
Aun así, la compañía enfrenta retos: el encarecimiento de los vehículos, la presión en márgenes y un consumidor más racional en sus decisiones de compra. La estrategia, por tanto, se enfoca en la diferenciación por servicio y calidad, más que por volumen.