La propia compañía reconoció que la evolución del entorno económico ha implicado un mayor esfuerzo en la administración de cartera. “Hemos mantenido un enfoque disciplinado en la originación y gestión del crédito para fortalecer la calidad de los activos”, indicó Elektra en su reporte.
Aun así, la cartera bruta consolidada de Banco Azteca México, Purpose Financial y Banco Azteca Latinoamérica alcanzó 212,366 millones de pesos al 30 de septiembre de 2025, un crecimiento de 12% frente a los 189,537 millones del año anterior, lo que refleja un dinamismo sostenido en el negocio financiero del grupo.
Los costos consolidados también mostraron un incremento, al ubicarse en 25,637 millones de pesos, un aumento de 4.5% frente a los 24,538 millones de 2024. En tanto, los gastos de venta, administración y promoción sumaron 21,305 millones de pesos, un alza de 10% en comparación con el mismo trimestre del año anterior.
En cuanto a su red comercial, Grupo Elektra reportó 6,112 puntos de contacto al cierre del trimestre, ligeramente por debajo de los 6,127 del año pasado. En México cuenta con 4,887 unidades, en Estados Unidos con 800 y en Centroamérica con 425, lo que mantiene estable su presencia regional pese a los ajustes operativos.
Suspensión de la cotización en la BMV
El trimestre también estuvo marcado por la suspensión de la cotización de las acciones de Grupo Elektra en la Bolsa Mexicana de Valores (BMV), ocurrida el 30 de septiembre, como parte de su proceso de desliste voluntario.
La emisora confirmó que ya no cumple con los requisitos mínimos de capital flotante exigidos por la BMV, lo que impide su permanencia en el mercado bursátil. Tras iniciar el proceso de cancelación de registro en el Registro Nacional de Valores, la empresa reconoció que no se encontraba en condiciones de alcanzar el porcentaje mínimo de acciones distribuidas entre el público inversionista.
El proceso de salida de Bolsa ocurre en medio de diferencias con la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) sobre la operación del grupo en el mercado de valores. Estas discrepancias se suman a los cuestionamientos previos sobre el modelo de negocios y la supervisión de Banco Azteca, el brazo financiero del conglomerado.