En el 2018, la longitud de las redes de transmisión alcanzaba los 108,015 kilómetros; pero para 2024 las líneas sólo lograron crecer hasta 111,138 kilómetros, según muestra el Plan de Desarrollo del Sector Eléctrico emitido por la Secretaría de Energía (Sener).
          Si se analiza el sexenio del ex presidente Enrique Peña Nieto, el crecimiento de la red de transmisión fue muy distinto, pues de 2012 a 2018 el aumento fue del 85.7%. De manera que mientras de 2012 a 2018 se incorporaron 49,877 kilómetros; de 2018 a 2024 solo se tuvo una incorporación de 3,123 kilómetros.
          
          Dicho crecimiento de la infraestructura eléctrica fue impulsado luego de la reforma energética de 2013, con la que se abrió la participación del sector privado para la generación de energía y con la que se implementaron las ‘Subastas de energía eléctrica de largo plazo’, que permitieron el desarrollo de más de 40 centrales en diversos estados del país.
          Incluso, se contemplaba una cuarta subasta de energía y dos grandes proyectos de transmisión que permitirían interconectar zonas complejas para evacuar energía, el Istmo de Tehuantepec con el centro del país y Baja California con el resto del sistema interconectado nacional, sin embargo, todos esos proyectos fueron cancelados en 2019.
          
          ¿Crisis eléctrica?
          
          Para que un país pueda tener un correcto funcionamiento de su sistema eléctrico, es indispensable que cuente no solo con energía para suministrar, sino con toda una red eléctrica sólida para poder llevar la energía en todos los rincones en los que se necesita.
          Casiopea Ramírez, Melgar socia de la consultora Fresh Energy Consulting, explicó que sin transmisión hay regiones que son más afectadas que otras, porque no pueden desarrollar generación ni recibir energía de otras zonas.
          “La concentración de la generación está en algunas regiones porque está asociado a la disponibilidad del combustible, ya sea combustible fósil o recurso renovable, pero no se tienen redes de transmisión para llevarla a los lugares que son deficitarios como la central, occidental o la penínsular”, dijo la especialista.
          Ejemplificó que una de las regiones donde más se observa la crisis de la falta de energía y de redes eléctricas es la Península de Yucatán. “Ahí ya se han planeado dos ciclos combinados, pero no han llegado ni las centrales, ni el gas, ni las redes, entonces tienes una combinación de factores que no permiten operar como debe operar un sistema eléctrico, donde se interconecta para compensar las deficiencias de una región con otra”, añadió Ramírez Melgar.
          En tanto, el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) expuso en su análisis ‘Infraestructura para un sistema eléctrico competitivo’, que para fortalecer la red nacional de transmisión y poder reducir los costos de la electricidad e impulsar la generación de energías limpias, es necesario que la CFE ejerza en su totalidad los 124,500 millones de pesos previstos en el Plan México para infraestructura de transmisión entre 2025 y 2030.
          El Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) lo advirtió en su análisis Infraestructura para un sistema eléctrico competitivo. “Las redes eléctricas, monopolio legal de la CFE, enfrentan la urgencia de expandirse y modernizarse para absorber los nuevos megawatts requeridos para satisfacer el crecimiento de la demanda eléctrica en México.”
          El organismo plantea que, para fortalecer la red nacional y reducir costos, la Comisión Federal de Electricidad debe ejecutar la totalidad de los 124,500 millones de pesos previstos en el Plan México para infraestructura de transmisión entre 2025 y 2030.