Cautela en los planes
Geely forma parte de un conglomerado automotriz chino fundado en 1986 y con presencia global en más de 30 mercados. Su portafolio internacional incluye marcas como Geely Auto, Volvo Cars, Polestar, Lynk & Co, Zeekr, Proton y London Electric Vehicle Company. En México, opera bajo Geely Holding con una red que integra a Geely, Lynk & Co, Zeekr y Volvo, como parte de su estrategia para expandirse en segmentos masivos y premium de forma simultánea.
Los planes de expansión de Geely —y en general de las automotrices chinas— en México entraron en una zona de turbulencia. Mientras que las ventas de algunas crecen a doble y triple dígito, el país discute un nuevo arancel de 50% a los vehículos provenientes de China, una medida que podría modificar por completo el modelo de negocio con el que han avanzado en los últimos cinco años.
La propuesta, impulsada por la Secretaría de Economía y que se votará en diciembre, llega cuando Estados Unidos presiona para reducir la presencia china en industrias estratégicas antes de la revisión del T-MEC en 2026. En paralelo, Europa y Washington han recurrido a aranceles para contener la influencia de Beijing en autos eléctricos.
Para marcas jóvenes como Geely, el momento es determinante. Llegaron a competir en un mercado estable pero ahora enfrentan un entorno donde la geopolítica pesa tanto como el producto. Pese a ello, su desempeño reciente ha sido meteórico. “Geely es una nueva marca en el mercado. Empezamos la venta a finales del año 2023. Así que, en el mercado, la posición de la marca es muy buena”, dijo Bryan Wu, director general de Geely México.
El crecimiento ha sorprendido incluso a la propia compañía. “Hice los cálculos y en este año, en 2025, contra el último en el año 2024, hemos crecido más de 200%”, señaló Wu, quien afirma que este ritmo convierte a Geely en uno de los casos de mayor progreso dentro del portafolio chino.
Solo en octubre vendió unas 2,500 unidades, según cifras internas. La empresa comenzará a reportar oficialmente sus resultados ante el Inegi, lo que permitirá transparentar su desempeño frente al resto del mercado.
El ejecutivo describe una marca aún joven, pero con aspiraciones claras. “Esperamos ser una de las principales marcas líderes del mercado”, afirmó. El que un jugador con tan poco tiempo en el país aspire a disputar posiciones a firmas históricas revela la magnitud del cambio que vive la industria.
Un crecimiento que desafía el contexto
Esa ambición se apoya en una estrategia centrada en experiencia y producto. Wu asegura que Geely realiza pruebas, clínicas, retroalimentación con clientes y preparación de inventarios antes de cada lanzamiento. “Esto significa que cuando nuestro consumidor comienza a comprar el carro, esto significa que todo está listo”.
El principal reto, insiste, no está en la competencia ni en la logística, sino en elevar la satisfacción del usuario. “Si nuestros clientes los cuidamos, ellos estarán felices, les darán los comentarios positivos, eso significa que somos los ganadores”, sostuvo.
La presión, sin embargo, viene del entorno regulatorio. El nuevo arancel del 50% —el más alto en dos décadas para vehículos importados— aún genera incertidumbre sobre impacto en precios. Wu admite que hay dudas entre concesionarios y socios comerciales. “Quieren saber si este tipo de tarifas, de políticas, puede afectar a la operación”, dijo.
El ejecutivo afirma que incluso con un arancel elevado, la compañía no tiene intención de retirarse. “No porque en un año o dos nos dejaremos el mercado”.
Geely quiere replicar en México su red global, que incluye alianzas industriales con Renault en Brasil y operaciones en Europa, Medio Oriente y América Latina. “Geely Auto es de China, pero no es solo una compañía china, es una compañía global”, dijo.
La estrategia productiva
Aunque en un primer momento se ha especulado que los fabricantes chinos podrían adquirir las plantas que Nissan decidió cerrar —una en Aguascalientes y otra en Morelos—, Bryan Wu reconoce que sabe que esas oportunidades existen, pero prefiere no hablar del tema por ahora para evitar nuevas especulaciones.
“Hoy realmente no quiero hacer más comentarios sobre estos temas”, respondió, aunque insistió en el compromiso por expandir operaciones.
La revisión del T-MEC, donde Estados Unidos buscará mayor control sobre el flujo de productos chinos en Norteamérica, añade presión adicional. Wu admite que podría afectar a algunas industrias, pero insiste en que la empresa solo puede enfocarse en operar con eficiencia. “Es el medio ambiente actual, no podemos cambiar, no podemos controlar, ¿qué podemos hacer? Seguir y hacer lo mejor de nosotros mismos”.
Esa resiliencia, sostiene, se basa en una cadena de suministro integrada. “La tecnología es propia… no es necesario comprar a otras compañías”, afirmó al describir baterías, sistemas eléctricos y desarrollos propios para autos de nueva energía.
También defiende su capacidad tecnológica como un diferenciador frente a fabricantes occidentales. “Debemos estar entre los mejores”, dijo, sin entrar en comparaciones directas.
En China, la sobrecapacidad industrial se ha convertido en un tema central del debate global, pero Wu aseguró que no afecta a Geely. La empresa, afirma, aprovecha vacíos de capacidad de otras fabricantes para ampliar su huella productiva, como ocurrió con la planta de General Motors en el norte del país. Ese mismo modelo podría eventualmente extenderse a otros países, aunque no confirma planes concretos.
Sobre México, el mensaje final de Wu es prudente pero firme: la geopolítica puede tensar el mercado, pero no definirá su permanencia. “Quiero que la operación sea de largo plazo aquí, no de solo un año”, dijo.
Geely, como muchas otras, sabe que su siguiente fase de expansión en México dependerá tanto de su habilidad para operar con estabilidad en medio de un tablero global en reacomodo.
“No podemos controlar el entorno, pero sí hacer lo mejor de nuestra parte”, dice Wu. Para Geely, el enfoque no está en perseguir oportunidades coyunturales, sino en consolidar su presencia bajo el paraguas de Geely Holding —que en México opera con Geely, Lynk & Co, Zeekr y Volvo— y en fortalecer su red comercial en un país que se ha convertido en pieza estratégica para su expansión global.