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Refinación repunta en 2025, pero Pemex mantiene pendientes para lograr la autosuficiencia energética

Aunque la refinación muestra avances frente a 2024, las fallas operativas y la ausencia de un desempeño estable revelan los límites de la estrategia de Pemex para fortalecer el Sistema Nacional de Refinación.
mar 30 diciembre 2025 03:51 PM
Más gasolina, mismos problemas: el plan de autosuficiencia de Pemex tambalea
La falta de mantenimiento en complejos de Pemex limita la consolidación de la autosuficiencia energética. (OMAR TORRES/AFP)

En enero de 2025, las refinerías de Pemex arrancaron el año con un nivel de procesamiento que reflejaba más fragilidad que fortaleza. El Sistema Nacional de Refinación operaba alrededor de los 897.4 mil barriles diarios, el punto más bajo del periodo, arrastrando la fuerte caída registrada en noviembre de 2024.

Ese arranque débil no fue sorpresivo. Desde el sexenio anterior, la estrategia para incrementar la refinación y reducir la dependencia de combustibles importados se sostuvo más en el discurso que en una operación estable, marcada por paros no programados y limitaciones técnicas.

Tras tocar fondo en enero, la refinación inició una recuperación gradual durante el primer trimestre. Para febrero, el procesamiento volvió a colocarse por encima de los 900 mil barriles diarios, un avance moderado, pero relevante frente al cierre del año previo.

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Una recuperación más ordenada que en 2024

Durante 2025, la refinación de petrolíferos en Pemex mantuvo una trayectoria irregular, aunque mostró una recuperación clara frente al cierre del año previo. El punto más bajo del periodo se observó en enero de 2025, cuando el procesamiento rondó los 897.4 mil barriles diarios, como consecuencia de la fuerte caída registrada en noviembre de 2024. A partir de ese mínimo, la producción inició una senda ascendente y registró avances graduales durante el primer trimestre, lo que permitió que la refinación regresara por encima de los 900 mil barriles diarios hacia febrero.

El repunte se consolidó a mitad de año, con un salto relevante en junio, cuando superó los 1.082 mil barriles diarios. Aunque entre julio y octubre se presentó una ligera corrección —con niveles apenas por encima del millón—, la tendencia volvió a fortalecerse hacia el cierre del periodo, que culminó en noviembre de 2025 con el punto más alto del gráfico, cercano a los 1.141mil barriles diarios.

En comparación con 2024, el desempeño de 2025 mostró contrastes relevantes. El año previo estuvo marcado por una volatilidad más pronunciada, con picos tempranos —como el máximo cercano a 1.097 mil barriles diarios en marzo de 2024—, pero también con caídas más abruptas, particularmente hacia el último trimestre, cuando la refinación cayó por debajo de los 800 mil barriles diarios.

Frente a ese escenario, 2025 arrancó desde un nivel bajo, pero logró una recuperación más sostenida y cerró con registros superiores a los máximos del año anterior, aunque no eliminó la inestabilidad mensual que siguió caracterizando al Sistema Nacional de Refinación.

Las estadísticas más recientes de la petrolera estatal, correspondientes a noviembre —el último dato disponible del año—, muestran que ese mes fue el de mayor producción de petrolíferos, con un promedio de 1 millón 203,000 barriles diarios. En la comparación interanual, el incremento fue de 47%, frente a los 817,800 barriles diarios registrados en noviembre de 2024.

De forma paralela, el procesamiento de crudo en las refinerías del país también alcanzó su nivel más alto en noviembre, con 1 millón 143,679 barriles diarios, lo que representa un aumento de 52.1% respecto a los 751,797 barriles procesados en el mismo mes del año previo.

Sube producción de gasolina en noviembre

Un análisis más detallado de las cifras permite observar si el aumento en la refinación se traduce en una mayor producción de combustibles de alto valor. En este rubro, las gasolinas encabezaron la producción con 413,500 barriles diarios en noviembre, un alza de 75.4% frente a los 235,700 barriles producidos en el mismo periodo de 2024.

Le siguió el diésel, con 280,700 barriles diarios en el penúltimo mes del año, comparados con los 162,800 barriles del mismo mes del año anterior, lo que equivale a un crecimiento anual de 72.4%.

El combustóleo se mantuvo en tercer lugar entre los productos más elaborados en las refinerías mexicanas. Aunque se trata de un combustible de bajo valor —por su alto contenido de azufre, elevados niveles de contaminación al quemarse y escasa demanda en el mercado—, su volumen resulta relevante, ya que en algunos meses del año pasado su producción llegó a superar a la de las gasolinas.

En noviembre, el combustóleo alcanzó los 176,400 barriles diarios, apenas 1.9% más que los 173,100 barriles registrados en el mismo mes de 2024.

Si bien 2025 ha sido un año con menores volúmenes de este residuo frente a periodos anteriores, Expansión documentó que en varios meses la producción fue mínima —e incluso nula— en algunas refinerías. De acuerdo con especialistas, esto no refleja una mejora en los procesos de refinación, sino alteraciones en los datos y deficiencias operativas en los complejos, cuyos productos ni siquiera alcanzaban la clasificación de combustóleo.

Los pendientes para incrementar la refinación en 2026

Pese a los avances, los trabajos de mantenimiento, modernización e inversión no se tradujeron en resultados consistentes. El Sistema Nacional de Refinación continuó mostrando repuntes temporales y retrocesos que evidenciaron la falta de un desempeño sostenible.

Entre los principales pendientes heredados del sexenio de Andrés Manuel López Obrador destacan las coquizadoras de las refinerías de Tula y Salina Cruz. A más de un año del inicio de la nueva administración, ambas obras permanecían inconclusas.

Estos equipos son clave para mejorar el rendimiento del sistema, al permitir una segunda etapa de procesamiento que transforma combustóleo en productos de mayor valor, como gasolinas, diésel o turbosina.

En noviembre pasado, Expansión informó que las coquizadoras seguían sin arrancar, con avances de 85% y 74%, respectivamente, lo que volvió a postergar, sin fecha clara, la meta de autosuficiencia prometida antes de 2026.

El retraso contrastó con lo anunciado a finales de 2024 por el entonces director general de Pemex, Octavio Romero Oropeza, quien aseguró que ambas refinerías estarían operando a más tardar en el primer trimestre de 2025.

Ya bajo la actual administración, la presidenta Claudia Sheinbaum anunció inversiones por hasta 189,700 millones de pesos para los complejos de refinación, con el objetivo de elevar su eficiencia y reducir costos operativos.

De acuerdo con el Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP), Pemex destinará alrededor de 17,000 millones de pesos anuales hasta 2035 a refinación, por encima de los 12,000 millones ejercidos en la administración anterior, aunque mayoritariamente con recursos públicos.

“De manera particular, gran parte de las inversiones previstas para 2026 provendrán del Presupuesto de Egresos de la Federación, lo que pone en duda la reducción de la dependencia del erario el próximo año… Estas diferencias ponen en duda la capacidad de Pemex para cumplir sus metas con los recursos previstos en el corto plazo”, señala un análisis del CIEP.

El organismo también advierte inconsistencias entre los montos incluidos en el Plan de Pemex y los presentados ante su Consejo de Administración, especialmente en exploración, refinación y gasto operativo.

Desde el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), la lectura es similar. El organismo advierte que, sin cambios en la gestión y operación de las refinerías, las inversiones anunciadas difícilmente revertirán las pérdidas del segmento.

“Asimismo, no se presentó un plan integral para reducir las pérdidas en refinación, sino que se retomaron proyectos anunciados en administraciones anteriores. Sin una mejora estructural en el desempeño operativo —particularmente en este segmento—, los nuevos instrumentos de financiamiento podrían no traducirse en una mejora sostenible que modifique la trayectoria descendente de Pemex”, puntualizó el instituto.

Así, 2025 cerró como un año de avance relativo para la refinación de Pemex. Los volúmenes procesados mejoraron frente a 2024, pero la autosuficiencia energética siguió condicionada a obras inconclusas, recursos públicos y una transformación operativa que permanece pendiente.

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