¿Cuándo usar una tarjeta de crédito, débito, servicios o departamental?
CIUDAD DE MÉXICO (Expansión) - Uno de los retos financieros de los mexicanos es hacer que la quincena dure y solo endeudarse si es necesario. Para lograrlo, especialistas en finanzas personales consultados sugieren tener control de los ingresos y gastos y contar con instrumentos adecuados que permitan manejar las finanzas.
La tarea es dura pues, en el país, seis de cada 10 ciudadanos no lleva un registro de sus gastos; la misma cantidad no tiene tarjeta de débito y siete de cada 10 que tiene un producto de crédito no comparó antes de contratarlo, según la última Encuesta Nacional de Inclusión Financiera (2015).
En el uso de estos instrumentos también hay un reto. “Los mexicanos ocupan en promedio de dos a tres veces al mes su tarjeta de crédito”, señala Luis Fabre, vicepresidente técnico de la Comisión Nacional de para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef). La tarjeta de débito es utilizada de dos a cuatro veces, apunta la ENIF. El uso de plásticos no aumenta por desconfianza y la costumbre de usar efectivo, apunta la encuesta.
Para romper mitos, evitar tener el dinero a la mano y gastarlo con mayor rapidez o disminuir la posibilidad de ser víctima de robo, es mejor que conozcas para qué sirven estos vehículos financieros que te ayudarán a administrarte mejor:
Tarjetas de crédito
Una tarjeta de crédito es una herramienta financiera que te permite comprar algo cuando no cuentas con el efectivo suficiente para adquirirlo de contado.
El dinero que contienen estos plásticos te lo presta el banco y, si no pagas a tiempo, te cobrará una tasa de interés. Esta tasa es variable y puede ir desde 24% hasta 65%, según la institución financiera que emita la tarjeta, comenta Fabre. Por eso, la recomendación es pagar el total de tu deuda antes de la fecha límite de pago (que está indicada en el estado de cuenta). A esto se le llama ser totalero.
Puede utilizarse para pagar cualquier producto o servicio, dentro y fuera del país. Sin embargo, se recomienda usarla para comprar artículos o servicios que tengan una vida duradera más allá del tiempo del crédito.
También es posible retirar dinero de estos plásticos a través de los cajeros automáticos, pero pagarás una comisión más el interés del dinero prestado, advierte Elvira Méndez, profesora especialista en finanzas de la Facultad de Negocios de la Universidad La Salle.
Uno de los beneficios de este instrumento es que algunos bancos ofrecen programas de recompensa: por cada compra que realices, te bonificará entre el 7 y 9% de tu saldo en puntos, dice Méndez.
"Para llevar un control de nuestras finanzas personales, lo más recomendable es que del total de la deuda, 40% esté en tarjeta de crédito”, señala Méndez. Fabre agrega que cuando el tarjetahabiente fallece, la deuda que tenía con la institución financiera queda cancelada.
Tarjeta de débito
Este instrumento financiero se obtiene solo si tienes una cuenta de depósito (o cheques) o la empresa para la que trabajas te paga tu salario a través de una cuenta de nómina. La diferencia con la tarjeta de crédito es que el dinero que contiene es tuyo.
Si la tarjeta está vinculada a una cuenta de nómina, no cobrará comisión por almacenamiento. El cobro solo vendrá si el tarjetahabiente saca dinero de su cuenta en un cajero automático que no pertenezca a su banco emisor. “Las comisiones pueden ir desde los 20 hasta los 30 pesos”, comenta Méndez.
"Una mala práctica de los usuarios es utilizar los cajeros automáticos para retirar todo el dinero de su cuenta de nómina llegando la quincena y tenerlo en efectivo. Olvidan que estando en la tarjeta está más protegido y no se va de las manos tan fácil, es decir, hacemos menos gasto hormiga", comenta Fabre.
Departamentales
Estos son plásticos emitidos por las tiendas departamentales y pueden utilizarse para adquirir bienes y servicios a crédito o de contado en el mismo establecimiento emisor o en la red de comercios afiliados.
La mayoría de estas tarjetas no cobran anualidad, pero sus intereses son más altos que las de una tarjeta tradicional, incluso pueden ir del 40 hasta el 80%.
"Si un usuario tiene algún problema con este producto, debe acudir a la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco)", señala el funcionario de Condusef: aunque sea un producto crediticio, no compete a la Comisión proteger al usuario, ya que es una tarjeta que emite un comercio y no una institución financiera.
Servicios
Son tarjetas similares a las de crédito, pero no tienen un límite de crédito. Su objetivo es que el dinero usado se pague al corte de mes; sin embargo, si no logras pagar todo (ser totalero) puedes diferenciar tu saldo a meses y sobre este monto se te cobrará un interés.
Estas tarjetas solo las emite American Express. También premian al usuario con puntos que puede canjear por recompensas, como experiencias culinarias, estancias en un spa, boletos de avión u hospedaje.
Su anualidad es alta, puede superar los 2,000 pesos. Para obtenerla es necesario tener un nivel de ingresos que va desde 15,000 hasta 80,000 pesos.
“Las tarjetas de servicio ofrecen seguros para proteger tu equipaje, contra accidentes personales y protección de compras”, comenta la especialista de La Salle.
Fabre agrega que siempre es posible cambiar a una tarjeta más barata con los mismos beneficios y así ahorrar en el pago de comisiones o anualidad.