1. El consejo número 1, señalaron los expertos consultados, es que un remate bancario no es para quien está buscando comprar una casa para vivir, sino para profesionales del sector inmobiliario, con experiencia en el mercado.
2. Equipo de abogados y notario: son quienes representan al comprador; estiman cuánto se debe de predial, el avalúo, entre otros pendientes que pudiera haber en los inmuebles.
“No entrar sin supervisión profesional. Hay despachos especializados en remates”, recomendó Javier Dorantes. “El notario y tu abogado te van a ayudar a hacer el primer análisis de cómo está la propiedad: impuestos o derechos que se deben –agua, predial-; también te van a decir si la propiedad está libre de gravámenes y, por lo tanto, no se va a quedar atorado el juicio”, añadió Montañez
3. Tiempo: Es un proceso que puede durar desde 6 meses hasta dos años, o más, coincidieron Samuel Montañez y Javier Dorantes.
“Vas a rentar, quieres vender, pero para vender tal vez tengas que remodelar y hacer varias cosas. Entonces estamos hablando que no vas a tener liquidez hasta dentro de años; o si vas a rentar, vas a tardar años para recuperar la inversión”, subrayó Samuel Montañez.
4. Riesgo: Las subastas no se consideran operaciones de alto riesgo, sin embargo, es preciso tomar en cuenta que puede demorar el poder vender una propiedad.
Los inmuebles se ofrecen en paquetes. “Puede ocurrir que, una vez que se revisa un paquete, dices: ya revisé (este paquete) y se hizo mal en un caso y bien en 15 casos. Lo que hacen es hacer su oferta, tomando en cuenta esa pérdida; cuando juntas minimizas riesgos”, señaló Dorantes, quien coordina el grupo integrado entre Moratus y JLL Subastas para la realización de remates.
En caso de que el proceso judicial no se haya llevado a cabo correctamente, la autoridad puede fallar en favor del acreditado y el inversionista perdería dicho inmueble. De ahí que los especialistas recomiendan que el proceso lo haya iniciado un banco o institución financiera grande.
5. Gastos adicionales: Es necesario tomar en cuenta que se tiene que generar una nueva escritura o hay que tomar posesión porque no está resuelta u otorgada. Por lo que, además de los cientos de miles de pesos o millones de pesos para la compra de inmuebles, se tiene que considerar estos gastos adicionales
Innovación de mercado
A raíz de la crisis que provocó el coronavirus se han buscado nuevas formas para mantener en movimiento los negocios, y el mercado inmobiliario no es la excepción.
“Hoy, en estas subastas, un postor individual puede presentarse y hacer una oferta por un inmueble regular que puede escriturar y ocupar muy pronto. También se puede seguir ofertando por propiedades que tienen un descuento significativo, en las cuales grupos especializados buscan la compra de estos portafolios”, destacó Klerian al tiempo de señalar que en la página de JLL Subastas, se exhiben ambos tipos de inmuebles.
“Hoy el mercado inmobiliario mexicano está en un momento de transición o de análisis por muchas cosas: la pandemia, las condiciones económicas de México y el mundo. Entonces, los vendedores buscan esquemas creativos, entonces, estamos haciendo estas metodologías nuevas, tratando de acertar en lo que pide el mercado”, agregó.