La respuesta es que ambas opciones son buenas y te harán ganar dinero. Sin embargo, para elegir lo que más te conviene, lo primero que tienes que hacer es conocer tu perfil de inversionista, coinciden Adolfo Ruiz, director de comunicación y relaciones públicas y especialista en finanzas personales de banco Ve por Más (BX+), y Andrés Maza, Chief Investment Officer en GBM.
Con el perfil de inversionista conocerás el grado que tienes para tolerar el riesgo, el horizonte de inversión, entre otros aspectos que te ayudarán a tomar la mejor decisión.
Tanto un banco como una casa de bolsa está regulado y supervisado por las autoridades financieras. En el caso de México está la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) y la Asociación de Bancos de México (ABM).
Antes de firmar un contrato tienes que conocer las comisiones, por ejemplo de intermediación o administración, que te cobra la casa de bolsa y, si optas por el banco, revisa la carátula del contrato, en la que viene el resumen de comisiones y lo que vas a obtener, incluida la ganancia anual total (GAT).
¡Ojo! Si te garantizan un rendimiento es una señal de alerta. No se pueden garantizar rendimientos al invertir en una casa de bolsa.
“Ambas alternativas son buenas y superiores a cualquier tipo de ahorro informal”, asegura Maza de GBM.
Recuerda que el rendimiento va de la mano del riesgo del instrumento; a mayor rendimiento será mayor el riesgo.