¿Qué es el Ciclo Deming?
De acuerdo con la Universidad en Internet (UNIR), se trata de un concepto creado por William Edwards Deming, profesor universitario y estadístico y considerado el padre de la “Revolución de la Calidad”. Deming se inspiró en el desarrollo de Japón tras la Segunda Guerra Mundial, que pasó de un país en ruinas a una especie de bonanza económica, así como del trabajo de un físico e ingeniero llamado Walter A. Shewhart.
En general, Deming desarrolló un ciclo de cuatro pasas o etapas cíclicas:
Planificar (Plan): Identificar un problema o una oportunidad de mejora. En esta etapa, se analizan las necesidades, se establecen objetivos claros y se diseñan estrategias para alcanzarlos.
Hacer (Do): Implementar las acciones planificadas en la etapa anterior, generalmente a pequeña escala para probar su efectividad.
Verificar (Check): Evaluar los resultados de las acciones tomadas. Se recopilan y analizan datos para determinar si los objetivos se han alcanzado.
Actuar (Act): Si los resultados son positivos, se implementan las mejoras de forma más amplia. Si no, se revisan las estrategias y el ciclo comienza de nuevo.
Este proceso, también conocido como PDCA (por las iniciales de los pasos en inglés).
Santander Open Acdemy destaca que gracias a este sistema, las empresas pueden mejorar sus operaciones, solucionar problemas, aplicar nuevas ideas o mejorar la calidad de productos y servicios. De ahí que es una herramienta utilizada por las empresas que buscan la excelencia de sus productos y servicios, ya que muchos de los elementos que se contemplan en el círculo de Deming figuran en certificaciones de calidad como la ISO 9001 e ISO 14000.
¿Cómo se puede aplicar el Ciclo Deming en las finanzas personales?
Esta puede ser una herramienta útil para gestionar tus finanzas y lograr metas específicas, ya que se hacen planes y se evalúa de manera continua. Te mostramos un ejemplo práctico.
Planifica (Plan)
Analiza tu situación financiera actual: de cuánto son tus ingresos, tus gastos fijos, deudas y ahorros.
Posteriormente, establece un objetivo financiero, puede ser sobre cómo reducir tus deudas, crear tu fondo de emergencia, ahorrar para algo o realizar inversiones.
Diseña un presupuesto o plan financiero acorde a tus objetivos.
Hacer (Do)
Empieza a aplicar en tu vida cotidiana el presupuesto que diseñaste basado en el análisis anterior y toma decisiones al respecto: reduce gastos innecesarios u hormiga, asigna cantidades para tus ahorros y para pagar tus deudas, o comenzar a invertir.
Verificar (Check)
Revisa tu progreso, puede ser mensualmente, trimestral o semestral. Es importante estar pendiente de cómo ha sido su aplicación para saber si te está funcionando esa estrategia o tienes que hacer algunos ajustes.
Actuar (Act)
Si notas que está funcionando, continúa así y crearás hábitos financieros saludables, así como crear metas. Quizá posteriormente puedas crear un objetivo más ambicioso, ya que tienes pruebas de su efectividad.
En caso contrario, puedes ajustar el presupuesto, reevaluar tus metas o cambiar de alguna estrategia. Por ejemplo, si estás invirtiendo y no tienes los rendimientos necesarios, puedes buscar otra alternativa.