¿Qué son las capitulaciones matrimoniales?
Se trata de un acuerdo legal que se puede firmar antes o durante el matrimonio, en el que las parejas establecen con precisión qué bienes, deudas e ingresos forman parte del patrimonio común y cuáles se mantendrán por separado. También definen cómo se administrarán esos recursos y qué pasará con ellos si la relación termina.
Véjar aclara que, aunque el Registro Civil ofrece un formato genérico para quienes optan por sociedad conyugal, ese documento no siempre se adecúa a las necesidades de cada pareja.
El formato estándar establece que todos los bienes (muebles e inmuebles), ingresos y productos del trabajo se dividirán en partes iguales (50%-50%), y que ambos cónyuges administrarán los bienes en conjunto. Cualquier decisión patrimonial debe ser tomada por ambos. Si bien ahora se excluyen herencias y donaciones, en versiones anteriores incluso estos bienes se compartían por defecto.
Por eso, el abogado recomienda no firmar a ciegas y personalizar las condiciones mediante capitulaciones claras y específicas, con ayuda de un especialista.
Las estadísticas del Inegi muestran que en 2023 se registraron 163,000 divorcios en México, lo que equivale a 33 separaciones por cada 100 matrimonios. Más de un tercio de estas parejas llevaba casada más de 20 años, y en muchos casos, los bienes acumulados en todo ese tiempo se convierten en el centro del conflicto.
“La falta de elección de un régimen normativo puede llevar a problemas legales”, advierte Véjar, y recuerda que, por ley, si no se elige, se asume separación de bienes.
¿Qué pasa con las deudas?
Las deudas pueden convertirse en un foco de conflicto si no se definen adecuadamente en las capitulaciones matrimoniales. Véjar advierte que en el régimen de sociedad conyugal no siempre está claro qué obligaciones entran o no en la sociedad, lo que puede complicar los procesos de divorcio.
Por ejemplo, si una persona adquiere una deuda sin que el otro cónyuge lo sepa, existe el riesgo de que esa carga se considere compartida si no hay un acuerdo claro.
En cambio, bajo un esquema bien definido, las cosas se aclaran: las deudas personales, como préstamos o créditos usados exclusivamente por uno de los cónyuges, no forman parte de la sociedad conyugal.
Solo las deudas contraídas para beneficio del patrimonio común se dividen entre ambos. Si no hay capitulaciones, el Código Civil entra como norma supletoria y establece que únicamente se compartirán las deudas ligadas a los bienes comunes o aquellas contraídas para mejorar el patrimonio familiar. De ahí la importancia de dejar todo por escrito desde el inicio.
Paso a paso: cómo hacer capitulaciones matrimoniales
Conversar abiertamente sobre el dinero
El experto recomienda verificar: ¿Qué tiene cada uno?, ¿qué deudas arrastran?, ¿quién gana cuánto?, ¿cómo quieren administrar los recursos comunes? Esas preguntas no matan el romance, pero su pueden evitar futuros pleitos.
Elegir el régimen patrimonial más adecuado
Sociedad conyugal: todo se comparte.
Separación de bienes: cada quien conserva lo suyo.
Mixto: se personaliza lo que se comparte y lo que no.
Redactar el acuerdo con asesoría legal
Las capitulaciones deben incluir:
- Lista detallada de bienes y deudas.
- Reglas sobre ingresos laborales: ¿se comparten o no?
- Quién administrará los bienes.
- Qué pasa con herencias, donaciones o premios.
- Cómo se liquidarán los bienes en caso de separación.
Formalizar ante un juez o notario público
Si hay transmisión de derechos sobre inmuebles, debe hacerse ante notario. En otros casos puede presentarse ante el juez del Registro Civil.
Si el matrimonio ya fue celebrado, también se pueden modificar las condiciones posteriormente.
Anexar las capitulaciones al acta de matrimonio
Esto garantiza su validez legal y permite hacerlas valer ante terceros. Y es válido revisar y actualizar las capitulaciones con el paso del tiempo, según las necesidades del matrimonio. Ya que las condiciones pueden cambiar, cuando hay un nuevo negocio, una herencia, un hijo. El acuerdo puede actualizarse ante notario o juez.