La nueva normalidad y el trabajo desde casa han hecho que las casas se conviertan en oficinas de tiempo parcial, por lo que ahora se valoran más las áreas verdes en los complejos residenciales como medida de relajamiento.
Las áreas verdes en proyectos residenciales aportan más que plusvalor
Incorporar un área verde a un desarrollo habitacional tiene varios beneficios para los inquilinos.
Un jardín reduce el ruido y la contaminación, lo que beneficia a la salud general y la capacidad de concentración, ya que de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), los sonidos altos y repetitivos son causantes de estrés e insomnio.
El contacto con árboles y plantas también beneficia la salud física, mental y competencia académica de los niños, ya que ayuda a minimizar problemas relacionados con diabetes y enfermedades cardíacas; mientras que jugar en la tierra o lodo ayuda a disminuir niveles de estrés y ansiedad.
Salir a caminar por la tarde rodeados de la naturaleza tras una larga jornada laboral es un motivo perfecto para moverse y dejar atrás los efectos del sedentarismo, el cual puede causar el debilitamiento progresivo de los huesos, pérdida de fuerza y masa muscular, un metabolismo lento y obesidad.
Al tratarse de espacios compartidos dentro de los complejos habitacionales, las áreas verdes facilitan la convivencia con otros inquilinos, creando un sentido de comunidad y de pertenencia.
“Los desarrollos inmobiliarios con espacios verdes han cobrado relevancia dentro del país, a fin de incrementar la calidad de vida de las personas y traer los beneficios del contacto con la naturaleza a las puertas de sus casas” comentó Karina Gusi, directora nacional de Ventas de Hábitta de Grupo CCIMA.
La compañía tiene el desarrollo residencial Portto Blanco donde se incorporaron áreas deportivas al aire libre, áreas ecológicas, Plaza Naútica, Club deportivo, Club Hípico y un parque zen.
Gusi dijo que este tipo de amenidades en comunidades integrales se han vuelto imprescindibles, ya que son elementos clave para una buena calidad de vida entre los residentes, favoreciendo tanto a su bienestar físico y emocional, además de promover la actividad física.
“Sin duda, se está presentando un crecimiento importante de este tipo de amenidades, no solo en desarrollos residenciales sino también en edificios residenciales, convirtiéndose incluso en un factor importante para el cliente, al momento de considerar la compra de una propiedad”, aseguró.
De acuerdo con Grupo CCIMA, incorporar un área verde a un desarrollo habitacional varía dependiendo del tipo de proyecto pero, generalmente, si el inversionista del inmueble quiere incorporar un jardín o un parque en su desarrollo debería de prever al menos un 5% del presupuesto de construcción a este rubro.
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En estos últimos años, las áreas verdes ayudaron a aminorar el impacto del encierro derivado de la crisis sanitaria por el Covid-19 y las personas que buscan comprar o rentar una vivienda, ya están considerando este tipo de espacios.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía, el 79% de la población en México vive en localidades urbanas en las que el contacto con la naturaleza es limitado, por lo que es necesario promover la creación de más espacios con árboles y plantas.