El Brent subió hasta 71.38 dólares el barril en las primeras operaciones asiáticas, su máximo desde el 8 de enero de 2020, pero cerró con una baja de 1.12 dólares, o un 1.61%, a 68.24 dólares.
El crudo estadounidense West Texas Intermediate (WTI) perdió 1.04 dólares, o un 1.57%, a 65.05 dólares, después de haber tocado los 67.98 dólares por barril, su máximo desde octubre de 2018.
Los precios del Brent y del WTI habían subido durante cuatro sesiones consecutivas.
"La situación se evaporó cuando se hizo evidente que no había daños en la mayor instalación petrolera del mundo", dijo Bob Yawger, director de futuros de energía de Mizuho.
El ataque ocurrió después de que la semana pasada la Organización de Países Exportadores de Petróleo, Rusia y sus aliados productores de petróleo, conocidos como OPEP+, acordaron mantener en líneas generales los recortes de producción a pesar de la subida de los precios del crudo.
Además, el Senado de Estados Unidos aprobó una ley de estímulo de 1.9 billones de dólares, que se espera que impulse la demanda por combustible a medida que la economía se reactive.